Conociendo a Oprah Winfrey, un relato breve de Pemphero Mphande

19/07/2019 | Cultura

chipata.jpgConocí a Oprah Winfrey hace unas semanas en una zona rural de Chipata, Zambia. Estaba viajando desde Malawi a Lusaka cuando paré para dar un paseo. Mi excursión me llevó a un pueblo en las profundidades del Chipata más rural. Aparqué y me puse a andar con dos locales con los que había establecido contacto. En lo que pasaba frente a alguna casa con tejado de paja vi a esta mujer sentada en el suelo, comiendo mangos. La miré varias veces, completamente inseguro e incrédulo de lo que estaba presenciando. Clavé la mirada en ella una última vez y me dije: “tiene que ser Oprah”.

Miré a los dos chicos que me acompañaban y entendí que no se habían dado cuenta de lo que había descubierto. Pregunté a uno quién era aquella mujer. Respondió que era la prima del jefe, que había estado viviendo en Estados Unidos y había venido de vacaciones. Me reí tan fuerte que hasta la mujer lo percibió, y grité: “¡Es Oprah Winfrey, idiotas!”.

Cuando la mujer escuchó lo que acababa de decir, me mando callar y me indicó que me acercase a ella. Me aventuré exultante tras mi recién descubrimiento en el corazón de África. Cuando empezamos a hablar, Oprah me explicó por qué estaba allí. Dijo que estaba en un periodo sabático tratando de vivir como una mujer pobre. No del todo convencido, le pregunte que por qué se tomaría un descanso de este tipo.

“El año pasado fui a Barbados y presencié una pobreza que nunca antes había visitado en mi vida. Entonces tuve una idea. Pensé que si intentaba vivir como una mujer pobre durante 3 meses experimentaría la pobreza por mí misma…”

Continuó explicando que tras haber perdido como candidata demócrata las elecciones ante Donald Trump en 2020 sufrió una crisis de ansiedad. No podía soportar ver al Presidente en la televisión, y es en este contexto que la idea de vivir de una forma alternativa empezó a tomar forma. Encargó a su equipo encontrar un hogar para ella en uno de los países más pobres de África, en el que sería desconocida. Su equipo fue a Zambia, a la región de Chipata, e investigaron. Nadie en esta comunidad había escuchado hablar de la millonaria Oprah. Pagaron al líder una importante suma de dinero para asegurar que construirían una casa para Oprah, y que el jefe afirmaría que la nueva visitante era su prima. Y funcionó.

Oprah y yo nos familiarizamos rápidamente. Le conté que era de Malaui, y que estaba de camino a la Conferencia anual sobre SIDA que tendría lugar en Lusaka en el curso 2021. Oprah me enseñó su casa, que estaba rodeada de densos arbustos. Me llevó al río en el que tenía su jardín de vegetales, y me enseñó lo que ella misma plantaba y cultivaba. Cuando volvimos a su hogar nos sentamos en la veranda, y empezó a llover. Oprah me preguntó a qué me dedicaba, y le dije que era el fundador de una organización de HIV y SIDA en Malaui. Después me preguntó qué me había llevado a este ámbito, por lo que le conté la historia de mi inspiración. Empezó a llorar y me pidió que me callase, que quería estar sola un rato.

Tras unos instantes, Oprah volvió y me instó a dar un paseo juntos. Caminamos más de un kilómetro hasta encontrar una losa cubierta por hierba y tierra. La abrió y entró, bajando por unas escaleras de cemento muy bien construidas. Se trataba de un túnel que tras unos metros daba a una puerta. Al abrirla, vi una casa preciosa, perfectamente cuidada, con dos habitaciones, una cocina, baños, sala de estar y comedor. Increíble.

Oprah me contó que unos ingenieros la habían estado construyendo de noche, de forma secreta. Pretendía presentar la casa después de su experiencia como mujer pobre, y convertirla en su residencia habitual para futuras visitas. También me contó sus intenciones acerca del programa de caridad que estaba preparando para los habitantes del pueblo.

Oprah, en silencio, abrió un maletín y me dio 1 millón de dólares. En ese momento me desperté, y me di cuenta de que seguía estando en bancarrota y en Malaui. Algunos sueños hacen a uno querer suicidarse.

Pemphero Mphande

Pemphero Mphande tiene 25 años y es de Malaui, de la ciudad de Blantyre. Se describe como un contador de historias, de cualquier tipo y acerca de cualquier tema. De profesión es científico en un laboratorio médico, y trabaja actualmente como director ejecutivo del Forum para la orientación y el entrenamiento contra el SIDA, una ONG que fundó. Además es responsable de relaciones públicas del Partido Umodzi, un partido político de Malaui que aspira a tener representación parlamentaria.

Fuente: Pemphero Mphande para AfricanWriter

[Traducción y edición: Álvaro García López]

[Fundación Sur]


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