“Grupos armados en el este de la República Democrática del Congo están robando en las casas, violando a las mujeres y obligando a los civiles a cargar con agua para ellos”, asegura Rebecca Wynn, de la agencia Oxfam, en entrevista telefónica con Katy Gabel, periodista de AllAfrica, desde Nairobi.
¿Cuál es la situación real ahora mismo?
Estoy en Goma. Hemos visto un montón de gente echada de sus casas, y muchos de ellos están intentando buscar algún lugar más seguro donde quedarse. Por ejemplo, muchos se dirigen a Kibati [el campo de refugiados], y otros se albergan en escuelas e iglesias. La situación por el momento es peligrosa y bastante difícil. 250.000 personas han sido desplazadas desde finales de agosto de este año. Ese número se suma al millón de personas que están sin hogar en la República Democrática del Congo.
¿Cómo están trabajando las agencias humanitarias ahora que se ha roto el alto el fuego?
Es un gran esfuerzo llegar hasta la gente porque un montón de personas están en los campamentos. Están acostumbrados a la inseguridad. Este conflicto ya lleva 10 años, y la gente huye y se esconde por su propia protección, pero con eso también están dificultando que las agencias de ayuda puedan llegar hasta ellos.
¿Cómo son las condiciones de salud en los campamentos?
Es fácil que enfermedades como el cólera se expandan en esas condiciones. Oxfam se está centrando en llevar agua y sanitarios. Eso es lo que hacemos en las emergencias… porque el agua y los sanitarios son esenciales para detener la propagación de enfermedades. Es nuestra primera prioridad. Estamos trabajando en el campo de Kibati para mejorar el acceso al agua y los sanitarios, y también trabajamos con otros campos en Goma.
¿qué puede hacer la comunidad internacional para ayudar?
Es una situación volátil. Hubo un alto el fuego, pero ese alto el fuego se ha desmoronado. Cuando vuelven a empezar los enfrentamientos, es muy difícil para las agencias humanitarias llegar hasta la gente. Intentamos ser flexibles, pero esto es por lo que, además de ser una agencia de ayuda, Oxfam está ejerciendo la mayor presión con respecto a esta crisis.
Hacemos un llamamiento por un alto el fuego. Decimos que es necesario un acuerdo político, y pedimos al enviado especial de las Naciones Unidas, [el ex presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo] que encuentre una solución más sostenible a esta crisis.
Además de esto, presionamos para que se envíen más tropas de paz para ayudar a proteger a los civiles del Congo. Estamos ejerciendo presión para que se produzca todo esto. Por ahora, un alto el fuego es absolutamente crítico. Llevaría a unas conversaciones de paz y a un acuerdo negociado.
Ayer emitimos un comunicado de prensa basado en las tres evaluaciones de protección que hemos llevado a cabo en los Kivus. Investigamos una zona llamada Kanyabayonga, 30 kilómetros al norte de las zonas más afectadas por el conflicto, y también la zona de Kibati, además del sur, cerca de Sake y Minova. Hemos descubierto que ha aumentado el nivel de trabajo forzado y el acoso. Estas cosas siguen ocurriendo y, tristemente, llevan sucediendo mucho tiempo.
¿Han encontrado pruebas de abusos de los derechos humanos?
Hemos descubierto que en Kanyabayonga se han producido 66 casos de violaciones (denunciados) tan sólo en una semana, y el saqueo por parte de los grupos armados que participan en el conflicto ha sido algo extremo. Estos hombres entran en las casas de la gente a punta de pistola y se llevan las garrafas de agua. Realmente se están llevando hasta el último pedazo de todo lo que tengan los civiles para sobrevivir. Así que la situación es bastante atroz.
La gente nos cuenta que se sienten como muertos vivientes, que sus vidas no tienen ningún valor. Eso es por lo que decimos que la comunidad internacional debe demostrarles que eso no es cierto, uniendo sus esfuerzos para enviar urgentemente más tropas de mantenimiento de la paz. Ayer mismo, Alain LeRoy, el jefe de las fuerzas de paz de la ONU, pidió 3.000 soldados más, para cuando el Consejo de Seguridad se vuelva a reunir.
Eso es bastante preocupante, cuando hay tantos civiles en una situación desesperada de necesidades que corren el riesgo de ser acosados y violados. Por ejemplo, se han producido casos de hombres armados que obligan a la gente a transportar agua para ellos a punta de pistola. Queremos que haya más soldados para que se ocupen de estas cosas, que puedan proteger a los civiles. Todos los grupos que tomar parte en el conflicto hacen este tipo de cosas.
¿Qué tipo de recursos tienen para asistir a las víctimas de violaciones y abusos?
Hay antirretrovirales a disposición de la gente que ha sido violada, y hay comités de higiene y salud que trabajan dentro de los campos. Intentamos hacer llegar el mensaje de que hay antirretrovirales en las clínicas locales, a todo el mundo, pero la mayoría de la gente no sabe que puede acceder a este tratamiento. Necesitamos asegurarnos de que la gente sepa que esto está cerca de ellos.
Katy Gabel,
AllAfrica.com
Fundación Sur
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