El primer ministro de Somalia, Omar Abdirashid Sharmarke, ha declarado que todavía está en el cargo, un día después de que el presidente anunciase que le iba a destituir, empeorando los problemas del asediado gobierno somalí.
El presidente, Sharif Sheikh Ahmed, anunció el día 17 de mayo que nombraría un nuevo primer ministro después de la disputa política que ocasionó que el portavoz del parlamento declarase en rueda de prensa que el país “no tiene gobierno”.
“Soy legalmente el primer ministro de Somalia y el comunicado del presidente que hacía un llamamiento para la formación de un nuevo gobierno fue lamentable”, declaró Sharmarke ante los periodistas. “Según la Carta del Gobierno Federal de Transición, mi gobierno estará en funcionamiento hasta que sea desmantelado legalmente”, añadió.
El día 16 de mayo, el portavoz del parlamento, Sheikh Adan Mohamed culpó al primer ministro de la crisis del país, provocando el enfado de los legisladores que presentaron una moción de no confianza contra él, y nombraron a un nuevo portavoz de la cámara temporalmente.
“El ex portavoz del parlamento dijo que mi gobierno “no existe”. Él actuó contra la ley y será responsable por sus actos”, agregó Sharmarke.
Los parlamentarios se reunieron el día 16 de mayo por primera vez en un año, pero los insurgente relacionados con Al Qaeda, que controlan la mayor parte del país del cuerno de África, aprovecharon la confusión del gobierno para lanzar nuevos ataques en la capital, muy cerca del edificio del parlamento.
El reconstruido edificio del parlamento, que se ha podido usar por primera vez en 20 años, fue atacado con bombas mortero de los insurgentes islamistas, desatando los enfrentamientos con las tropas del gobierno y las de la misión de la Unión Africana en el país. Los ataques dejaron 11 civiles muertos y decenas de heridos.
El inmanejable parlamento de Somalia ha estado plagado de rivalidades desde hace mucho tiempo, pero la actual crisis es una de las más graves, desde que Sharif fue elegido como presidente, en enero de 2009.
Desde que está al frente de la institución respaldada internacionalmente, Sharif, un islamista moderado, no ha logrado el consenso nacional ni hacer valer su autoridad en el país.
(News 24, 18-05-10)