El pasado 18 de Diciembre, el líder militar del M23, Brig. Gen. Sultan Emanuel Makenga, se comprometió a luchar contra los soldados de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) enviados a la guerra en el este de la RD Congo como «Brigada de intervención” trabajando bajo el paraguas de las fuerzas de paz de la ONU conocidas como MONUSCO.
Preguntado por los periodistas en su base militar, situada a unos 40 kilómetros fuera de la ciudad de Goma, sobre cual sería su plan si las conversaciones de paz en Uganda colapsaran, el señor Makenga respondió «si las conversaciones de paz de Kampala fallan, la única opción que tenemos es luchar hasta el último hombre».
Como los rebeldes del M23 han perdido su capacidad militar para luchar contra el ejército nacional de República Democrática del Congo (FARDC ), apoyados por soldados de la Brigada de intervención de las Naciones Unidas, la gran pregunta es ¿qué le espera a la República Democrática del Congo y a los diezmados rebeldes?
Casi un año después de la promesa de Makenga, las cosas se derrumban para su grupo mientras que las fuerzas conjuntas destruyen el último bastión de los rebeldes cerca de la frontera de Congo-Uganda.
El gobierno Kinsasha anunció ayer que había logrado una «victoria total» sobre los rebeldes M23. El portavoz del Gobierno, según un mensaje de texto recibido por la agencia de noticias AFP, «los últimos elementos de la M23 han abandonado sus posiciones en Runyonyi y Chanzu bajo la presión de las FARDC (fuerzas del gobierno) que acaban de entrar allí». Se refería a dos posiciones en sendas colinas a unos 80 kilómetros al norte de Goma, la capital de la región, donde decenas de rebeldes se habían atrincherado. Pese a que el general Lucien Bahuma, comandante del ejército de Kivu Norte, fue más cauteloso diciendo que «no podía confirmar la noticia, por el momento», el futuro sigue siendo sombrío para los rebeldes del M23.
El M23 había solicitado el pasado domingo un alto el fuego para preparar el camino para la reanudación de las conversaciones de paz en Kampala, pero hasta ayer no había señales de que hubiera tenido lugar el fuego, poniendo en duda lo que podría ser el futuro del Congo.
Según los expertos en seguridad, la derrota inminente de los rebeldes de la República Democrática del Congo del M23 es el resultado de un cambio en la dinámica de militares y políticos que presenta las perspectivas más concretas de paz en la República Democrática del Congo. Su derrota sería enviar un mensaje intimidatorio a los por lo menos 10 grupos rebeldes que operan en la zona, aumentando las esperanzas de que finalmente pueda haber en el horizonte una paz duradera para el país rico en minerales.
Los rebeldes del M23 fueron primero erradicados de sus principales bases por el ejército del RD Congo, una fuerza generalmente conocida a principios del año pasado por su indisciplina, la ineficiencia y la corrupción. Pero cuando el M23 tomó el control de Goma, en Noviembre de 2012, este hecho puso en un aprieto al gobierno y apremió a la comunidad internacional tras las violaciones de derechos humanos que tuvieron lugar. Los líderes africanos de la Comunidad de los quince países del África Meridional para el Desarrollo (SADC) y algunos de los vecinos del Congo (RDC) decidieron agarrar el toro por los cuernos. Finalmente en la reunión del pasado lunes celebrada en Pretoria, se discutieron los pasos a seguir para una importante misión de paz en la República Democrática del Congo.
Daily Monitor