El presidente de Suráfrica, Jacob Zuma, ha comenzado las conversaciones con el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, y el primer ministro del mismo país, Morgan Tsvangirai, en un intento de resolver la crisis política que dura ya una década y ha contribuido a hundir a Zimbabue en la ruina económica.
Mugabe y el líder de la oposición formaron un gobierno de unidad el año pasado para terminar con el estancamiento que se produjo en la política del país, tras las disputadas elecciones, y que ha logrado estabilizar la economía después de 10 años de contracción.
Pero las constantes peleas en el seno de la frágil alianza sobre la política y el lento paso de la implantación de las reformas han contenido el progreso, y se han interpuesto en el camino de unas nuevas elecciones.
Zuma, nombrado para mediar en la crisis por el bloque regional de la SADC, se reunió por separado con Mugabe y con Tsvangirai, en un hotel del centro de Harare, y después se reuniría para discutir algunos problemas con los partidos rivales, el Zanu PF, de Mugabe, y el MDC, de Tsvangirai.
Preguntado sobre cómo había ido la reunión con Zuma, Mugabe respondió brevemente: “Ha ido muy bien, como siempre”.
El ministro de Justicia y negociador en nombre del Zanu PF, Patrick Chinamasa dijo que las conversaciones continuarán después de la visita de Zuma, y los negociadores tienen previsto reunirse de nuevo el 26 y el 29 de marzo.
Sanciones selectivas
“El propósito final de esta negociación es informar al mediador de los progresos que hemos hecho hasta el momento. No será el final del problema, deberíamos reunirnos como negociadores y concluir nuestras reuniones en esas fechas”, señaló a los periodistas a la puerta del hotel.
“Concluiremos nuestras negociaciones y detallaremos los asuntos en los que nos hemos puesto de acuerdo y aquellos en los que no nos hemos puesto de acuerdo”.
El MDC de Tsvangirai boicoteó las reuniones del gabinete de ministros el año pasado por las disputas por la implementación del acuerdo del gobierno de unidad.
El partido está particularmente descontento con que permanezcan en sus cargos el gobernador del Banco Central, Guideon Gono y el fiscal general, Johannes Tomana, ambos leales a Mugabe.
Los donantes occidentales han retenido ayudas esenciales para ayudar a reconstruir el país, alegando que Mugabe primer debe poner en marcha reformas democráticas y de derechos humanos concretas.
La antigua colonia de Zimbabue, Gran Bretaña rechazó la petición realizada por Zuma este mes para que terminase con las sanciones contra Mugabe y sus aliados.
(News 24, 17-03-10)