En Malakal volvieron a estallar los combates, después de una pausa de pocas horas esta mañana. Así lo informaron a la MISNA funcionarios de la Misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS), los cuales señalaron que los disparos de artillería también llegaron hasta una base de las fuerzas de paz en la ciudad en la que se habían refugiado alrededor de 20.000 civiles.
“Los enfrentamientos se reanudaron después de algunas horas de relativa calma, y según las últimas informaciones, los disparos hirieron a varios de los refugiados”, dijo Ariane Quentier, portavoz de la UNMISS. Tanto funcionarios de la UNMISS como de la Oficina de las Naciones Unidas para la Asistencia Humanitaria (OCAH) en Malakal señalaron que es difícil verificar la fiabilidad de las declaraciones de los portavoces del ejército y de los comandantes rebeldes sobre quién tiene el control de la ciudad. Según el ministro de Información del Alto Nilo, Philip Jebeni, los combates de hoy se concentraron en los barrios del sur.
El Consejo de Iglesias de Sudán del Sur dedicó un mensaje al conflicto que estalló hace un mes. En el documento, titulado “Dejen vivir a mi pueblo en paz y armonía”, los religiosos piden un cese del fuego sin condiciones y reiteran que “el diálogo es la única vía legítima para resolver las controversias entre las partes en conflicto”.
El Consejo de Iglesias de Sudán del Sur también pide que se abran “corredores humanitarios” para poder asistir a las personas necesitadas. Según Quentier, sólo en las nueve bases de la UNMISS en el país hay refugiadas 65.000 personas. Quienes combaten son unidades del ejército leales al presidente Salva Kiir y una alianza entre militares disidentes y grupos rebeldes que apoyan al ex vicepresidente Riek Machar.
MISNA