Cerca de una tonelada de colmillos de elefante han sido incautados en Camboya, una de las rutas de entrada a Asia del marfil traficado desde África, según ha declarado a AFP el fiscal adjunto de la provincia de Preah Sihanouk, en el sur de Camboya, Lim Bun Heng: «Algunas de las piezas de marfil fueron cortadas en pedazos para que pudieran ocultarse en medio de un cargamento de madera». En total, se descubrieron 279 piezas, con un peso de 940 kilos.
El importante puerto comercial de Sihanoukville es el más grande de Camboya y, por lo tanto, la principal ruta de acceso a este país del sudeste asiático vecino de China, un importante consumidor de marfil. La carga, importada de Costa de Marfil por una empresa con sede en Mozambique, estaba «destinada a un tercer país», dijo el fiscal adjunto, sin mencionar directamente a China: «Cuando los contenedores llegaron a puerto, identificamos los objetos sospechosos en el escáner y le pedimos al propietario de la empresa que abriera los contenedores, pero nadie se presentó». Esta falta de respuesta, así como el largo procedimiento administrativo que se siguió, explican el largo proceso requerido para poder abrir el contenedor, que llegó en diciembre de 2016, asegura el fiscal adjunto.
En diciembre de 2016, las autoridades camboyanas incautaron 1,3 toneladas de marfil en un cargamento de madera procedente de Mozambique cerca de Phnom Penh. En ese momento, las autoridades camboyanas habían indicado claramente que la carga iba dirigida a China. Las dos confiscaciones podrían estar vinculadas, según la fiscalía. Se encuentran similitudes: el vínculo con Mozambique, pero también la manera de disimular el marfil en medio de un cargamento de vigas de madera.
Estas incautaciones destacan el papel clave de Camboya en el tráfico lucrativo y ecológicamente desastroso impulsado principalmente por la demanda china. El marfil, cuyo comercio está prohibido, es apreciado por su belleza en Asia, especialmente en China, donde se fabrican objetos refinados y joyas con este material.
Los ecologistas creen que Camboya, un país pobre conocido por la corrupción de las autoridades, se ha convertido en una importante vía para la importación de marfil africano en los últimos años.
Fuente: SlateAfrique
[Traducción, Juan Vacas]
[Fundación Sur]
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