Celebrando nuestras diferencias en Solidaridad, por Lázaro Bustince

19/01/2024 | Bitácora africana, Crónicas y reportajes

Dos realidades llamaban la atención especialmente al finalizar este año 2023: una es la interculturalidad como nueva forma de vida en todos nuestros pueblos y países. La segunda realidad es nuestra dificultad para una convivencia en el respeto y la paz.

Comparto algunas reflexiones y experiencias relacionadas con el saber vivir y relacionarse hoy en la interculturalidad que nos envuelve.

Nuestra propia experiencia, como misioneros de África, de vivir en comunidades y sociedades interculturales, durante casi toda nuestra vida, nos ha humanizado y enriquecido profundamente. Creo que esta es la experiencia de la mayoría social que haya tenido el privilegio de convivir con personas y pueblos de otras culturas, razas y religiones.

La clave consiste en conocer bien la cultura, lengua y tradiciones de los pueblos y personas con las que convives y colaboras. Del conocimiento nace el aprecio mutuo y la buena convivencia.

La diversidad y la interculturalidad es y será parte de nuestra vida diaria. La mutua acogida, el respeto y aprecio mutuos no llegan por si solos o fácilmente. Exigen siempre una comunicación abierta y respetuosa, una actitud solidaria y de cuidado del otro, buscando siempre su bienestar y felicidad.

La diversidad y diferencias son un don y aprendemos a caminar juntos y diferentes, en escucha mutua y colaboración para enriquecimiento de las dos partes.

Encontramos con frecuencia algunas actitudes negativas, grupitos cerrados que dificultan con sus críticas y hasta con violencia las relaciones humanas y la convivencia. La violencia de grupos armados para saquear los recursos de África son la cara más cruel de esta falta de Humanidad.

Constatamos también el desastre de las cuatro grandes guerras de la actualidad, que delatan nuestra incapacidad para saber vivir con pueblos diferentes. A veces no parecemos ni humanos, pues se intenta destruir al otro pueblo por nuestros intereses.

A pesar de que contamos con los medios humanos, naturales y tecnológicos para satisfacer las necesidades de todos los pueblos, carecemos a veces de la voluntad y de los valores humanos necesarios para respetarnos en nuestras diferencias.

Nuestros líderes políticos y las poderosas multinacionales muestran, con excesiva frecuencia, su carencia de madurez humana, de profesionalidad y de responsabilidad para comunicarse con respeto mutuo, en justicia y para colaborar por el bien común.

La forma de tratar a los inmigrantes clama a gritos un cambio en la actitud y de comportamiento para promover una migración legal, ordenada y con acuerdos de empleo ya preparados entre los diferentes gobiernos implicados.

Promover una cultura de diálogo, de respeto mutuo y colaboración con todos para una convivencia solidaria y desarrollo sostenible es posible y enriquecedor, si queremos.

Lázaro Bustince

CIDAF-UCM

Autor

  • Bustince Sola, Lázaro

    Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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