Benín votó en las elecciones presidenciales el pasado día 13 de marzo, después de los caóticos preparativos, que obligaron a posponer las elecciones dos veces, y el actual presidente, Boni Yayi se disculpó por los problemas de procedimiento, después de votar.
Los problemas técnicos persistieron durante la jornada de votación, con una serie de colegios electorales que abrieron tarde porque todavía no habían recibido el material de votación, pero el país del África occidental parece haber disipado todos los temores de un desastre total.
Los colegios electorales comenzaron a cerrar por la tarde, tenían previsto permanecer abiertos durante nueve horas, y los votos comenzaron a ser contados el domingo por la noche. Los resultados finales no se esperan hasta después de varios días.
Los agentes electorales han informado de una alta participación en algunos centros de votación de la capital, Cotonú, pero las cifras oficiales todavía no estaban disponibles.
El jefe de la misión de observación de la Unión Africana ha declarado que en torno a mediodía la situación era heterogénea, con algunos colegios electorales funcionando y otros todavía esperando el material para votar, como el del pueblo de Yayi, Tchaourou.
Benín iba a utilizar una lista de votación electrónica por primera vez, y la oposición asegura que más de un millón de personas han quedado fuera de las listas electorales, una cifra que otros consideran exagerada.
Yayi, que se presenta a un segundo mandato como presidente de Benín, pidió disculpas por los problemas con las listas electorales, pero dijo que el proceso será beneficioso para los 9.2 millones de benineses a largo plazo.
“Conciudadanos, estamos sólo al principio. Seguramente hay errores”, señaló Yayi después de emitir su voto en Cotonú. “Esta es la razón por la que, en nombre del país, pido perdón a aquellos que han sido omitidos de las listas, si es que existen”.
Su principal oponente, Adrien Houngbedji, volvió a criticar las listas electorales después de emitir su voto. “Es el momento de la victoria, victoria de nuestro pueblo, por encima de aquellos que han intentado evitar que ejerzan su derecho al voto”, declaró, añadiendo: “hago un llamamiento a aquellos que todavía no han votado, para que acudan a hacerlo y sancionen al régimen actual”.
Cientos de personas hacían cola en calma en los colegios electorales a primera hora del día, con sus tarjetas electorales dispuestas bajo un sol abrasador, algunos incluso llegaron antes de las 7 de la mañana, la hora de apertura, y afrontaron largas esperas.
“Es un desastre total”, declaró Affo Djouneidou, un antiguo pintor de 45 años, después de esperar casi dos horas, antes de que comenzase la votación en su centro electoral de Cotonú.
El proceso se desarrolló bien en otras zonas. En un colegio de Cotonú, la votación comenzó 30 minutos tarde, pero después todo marchó con relativa facilidad. Los funcionarios de dicho centro cerraron las votaciones a las 4.30 horas, y comenzaron el recuento, alegando que casi todos los registrados ya habían acudido a votar.
El jefe de la misión de observación de la Unión Africana, el ex primer ministro de Chad, Nagoum Yamassoum, dijo a los periodistas que era una situación “un tanto de contraste”, haciendo referencia al retraso en algunos lugares.
El portavoz de la Comisión Electoral, Honorat Adjovi, dijo que no se habían seguido las instrucciones. “Nuestras divisions distribuyeron mal los votos en algunos colegios electorales, lo cual explica el mal funcionamiento a ese nivel”, declaró a la AFP. “Vamos a corregir eso para el futuro”.
Yayi llegó a la presidencia en 2006, prometiendo combatir firmemente la corrupción, pero ahora él mismo está siendo investigado por el supuesto plan Ponzi, que ha dejado a miles de benineses sin sus ahorros.
Houngbedji, respaldado por gran parte de las élites políticas tradicionales de Benín, ha presionado para que se pospusiera una tercera vez el día de las elecciones, argumentando que el registro de votantes debía continuar.
Un último intento de arreglar el desastre y registrar a los votantes se iba a llevar a cabo entre el miércoles, día 9 y jueves, día 10 de marzo, pero hubo de ser ampliado al sábado (el día antes de las elecciones), porque una multitud de gente acudió a registrarse, pero los sistemas se estropearon.
La lista electoral no fue el único problema de los preparativos de las votaciones. Cuando la Unión Africana y la ONU pidieron conjuntamente que se retrasasen por segunda vez las elecciones, hace poco más de una semana, las razones que dieron fueron que las tarjetas electorales todavía estaban siendo distribuidas y los agentes de los centros electorales, todavía no habían sido designados ni instriudos.
Además de Yayi y Houngbedji, hay un tercer candidato digno de destacar, Abdoulaye Bio Tchane, quien podría ayudar a impulsar una segunda vuelta, que tendría lugar en dos semanas.
(IOL, 14-03-11)