El Gobierno de Ruanda anunció su nuevo plan del presupuesto nacional el pasado lunes. El ministro de Finanzas y Planeamiento Económico, Uzziel Ndagijimana, declaró ante el Parlamento del país que el gobierno planea invertir hasta 5.690 billones de francos ruandeses (ceca de 4.000 millones de euros) en el año fiscal 2024/2025. Esta cifra supone un aumento del 11 % con respecto al porcentaje de este año.
Este nuevo presupuesto, 500 billones de francos ruandeses mayor que el de 2023/2024 (unos 350 millones de euros) dirige la política económica del gobierno a medio plazo y servirá como marco de trabajo para el presupuesto oficial, que será anunciado en julio. Con el objetivo de alcanzar las metas de desarrollo dentro de la Estrategia Nacional de Transformación de Ruanda y superar los obstáculos y efectos del cambio climático desde la economía y posibles crisis externas, el presupuesto contiene una gran diversidad de actividades planeadas, escogidas en función del potencial para alcanzar estas metas. Las prioridades más destacables serán: reforzar el sistema sanitario, aumentar la productividad de la industria ganadera y agrícola, mejorar los sistemas de protección social, mejorar la educación y generar más oportunidades de empleo. A esto se suman en menor medida la transición digital en la industria de los envíos, refuerzos para la prevención de desastres y la implementación de políticas ambientales y de recursos naturales.
Otro gran objetivo es reducir el déficit fiscal y la deuda nacional, teniendo en cuenta el contexto internacional de conflictos y cambio climático. Un 60 % de este presupuesto proviene de recursos domésticos, un paso más en la carrera hacia la autosuficiencia que ansía Ruanda. El resto del gasto proviene de la financiación externa, siendo los préstamos un 20 % del total. El presupuesto se mantiene en línea con la recuperación económica de la pandemia de la COVID-19 y el impacto en la economía mundial de los diversos conflictos alrededor del mundo. La partida para el desarrollo económico y gubernamental se sitúa en el 40 % del total, estando el resto adjudicado a gastos recurrentes y estructurales. La economía de Ruanda creció el año pasado un 8 %, y se prevé un crecimiento de casi el 7 % para el año 2025. El déficit comercial, sin embargo, continúa siendo un problema importante que sigue creciendo; las exportaciones aumentan, pero desde una base significativamente baja. Para solventarlo, el gobierno de Ruanda mira hacia la exportación agrícola.
Autor: Emmanuel Ntirenganya
Fuente: The New Times
[Traducción y edición, Gonzalo Querol]
[CIDAF-UCM]
