“Estos incidentes son fruto de la ausencia de un gobierno central fuerte, capaz de restablecer el orden en el país”, dijo a la MISNA Sor Elisabetta, misionera de la Caridad en Bengasi (este), donde ayer una iglesia copta fue incendiada por desconocidos.
Según informó la prensa local, un grupo de hombres no identificados atacó el edificio, y luego de hacer a los fieles (muchos de ellos egipcios) iniciaron el fuego. El párroco se refugió en el consulado egipcio.
“El ataque de ayer es el más reciente de una serie de atentados y venganzas indirectas entre libios y egipcios”, dijo la religiosa, y confirmó que “hasta ahora nadie ha amenazado ni hecho daño a la comunidad católica, pero estos eventos deben terminar lo antes posible, antes de alimentar profundas fracturas”.
El 28 de febrero, un grupo armado atacó a un sacerdote y su asistente, poco después de la detención de cincuenta coptos acusados ??de proselitismo. Según el “Libya Herald”, el episodio de ayer sería una represalia por el ataque del 11 de marzo contra la embajada de Libia en El Cairo por parte de un grupo de egipcios coptos, que protestaban por la muerte de un cristiano egipcio que habría sido torturado en una cárcel de Trípoli.
Hoy, también en Bengasi, fue detenido un hombre sospechoso de estar implicado en el atentado del 11 de septiembre del año pasado, en el que murió el embajador estadounidense Chris Stevens. El hombre habría regresado recientemente de un viaje a Pakistán, pero se desconoce qué papel pudo haber tenido en el ataque o si será imputado. Actualmente, es el único sospechoso detenido por el ataque, en el cual murieron Stevens y otros tres ciudadanos estadounidenses.
(15 marzo 2013 MISNA)