El pasado domingo tuvo lugar otro ataque a un centro de tratamiento de ébola en el este de la República Democrática del Congo en el que uno de los atacantes fue abatido por las fuerzas de seguridad del país.

Sylvain Kanyamanda, alcalde de la ciudad de Butembo, en la provincia de Kivu Norte, ha confirmado que “un Mai-Mai (rebelde) había fallecido en la contraofensiva de las fuerzas de seguridad”. El alcalde ha confirmado que «impidieron que estos agresores cruzaran un perímetro de 40 metros alrededor del centro, con lo que se salvaron los pacientes y las instalaciones”.

En Kivu Norte, la repuesta contra el ébola se ha dificultado por la presencia de grupos armados y por la “resistencia” de una parte de la población que rechaza la enfermedad, la prevención, los cuidados médicos así como los funerales “dignos y seguros” que llevan a cabo organizaciones como Cruz Roja.

En el este del Congo, los Mai-Mai se refieren a los milicianos que son miembros de los grupos armados de autodefensa comunitaria. Las autoridades han confirmado que, desde el inicio de la epidemia, el número de casos ha sido de 1.680, de los cuales 1.592 han sido confirmados y 88 son casos probables. En total ha habido 1.117 muertes y se han podido curar a 450 personas. Por otra parte, según las autoridades sanitarias congoleñas, esta décima epidemia, declarada en agosto en las provincias de Kivu del Norte e Ituri ya ha infectado a 99 trabajadores sanitarios, 34 de los cuales han fallecido.

El actual brote de fiebre hemorrágica es el segundo más grave después del de África Occidental en 2014 que causó más de 11.000 muertes, principalmente en Guinea, Sierra Leona y Liberia y el más significativo del país desde 1976.

Fuente: Slate Afrique

[Edición y traducción, María Murillo Luque]

[Fundación Sur]

– Situación de la epidemia de Ébola de la República Democrática del Congo a 11 de Septiembre de 2018