El vice secretario internacional de COSATU (Congreso de Sindicatos Surafricanos), Zalene Matebula, fue empujado al interior de una furgoneta de la policía con otros cuatro surafricanos el día 6 de septiembre, por la noche y expulsados fuera de Suazilandia, horas antes de la marcha por democracia en el reino del África austral.
“Fuimos arrestados e interrogados durante cuatro horas”, declaró Matebula al Mail & Guardian, “Después nos dijeron que cogiéramos nuestras bolsas del hotel y nos volvieron a meter en la furgoneta, y nos llevaron a gran velocidad a la frontera”.
Matebula era una de las 50 personas arrestadas de cara a la marcha de protesta que se celebró el día 7. La represión tuvo lugar mientras 19 jefes de estado, incluido Robert Mugabe, de Zimbabue, y Muamar Gadafi, de Libia, asistían a una reunión sobre el Mercado Común del Este y Sur de África, COMESA, en Suazilandia.
Ha aumentado la preocupación por el presidente del partido ilegalizado de la oposición, Pudemo, Sikhumbuzo Phakathi, y otros dos activistas arrestados, cuyo paradero se desconoce.
A principios de este año, el activista de Pudemo, Sipho Jele, murió bajo custodia de la policía de Zimbabue.
La policía irrumpió en una reunión que se estaba celebrando en el hotel Tum’s George, en Manzini, donde se planeaba la marcha. Matebula, que estaba en el hotel con otros activistas para mostrar su solidaridad y poner de relieve el abuso de los derechos humanos bajo la monarquía absoluta de Suazilandia, el rey Mswati II, declaró que la policía “irrumpió con violencia y exigió saber cuáles de entre nosotros éramos surafricanos. Hubo muchos empujones, golpes y gritos”.
Algunos miembros de la ONG pro democracia, Iniciativa de Sociedad Abierta para el África Austral, fueron arrestados, aunque puesto en libertad más tarde. Dos daneses, que se encontraban de visita en Suazilandia para dar un premio a los activistas, también fueron maltratados por la policía y deportados.
Ridículo
Steve Faulker, el oficial de relaciones internacionales de la filial local de COSATU, Samwu, estaba entre los activistas surafricanos deportados esta semana.
“Para deportar a cinco personas, movilizaron a unos 300 miembros de la policía, el ejército y otros oficiales. Era ridículo. Se trataba de pretender que era un estado fuerte”, declaró Faulker. “Pero esto es un punto de inflexión para Suazilandia. A pesar del comportamiento intimidatorio, la confianza de la gente está aumentando mucho y se están organizando”.
Faulkner dice que Pudemo ha sido atacado tantas veces, que ha cerrado sus oficinas en Suazilandia, pero todavía funciona en la clandestinidad.
La campaña de Democracia en Suazilandia fue organizada por organizaciones de Suráfrica y Suazilandia, que incluyen partidos políticos, sindicatos, iglesias, grupos de jóvenes y de estudiantes. El organizador local de la campaña por la Democracia en Suazilandia, Mphandla Shongwe, fue arrestado antes de las protestas y ahora está bajo arresto domiciliario.
El mes pasado, mujeres activistas pro derechos en Suazilandia protagonizaron una protesta contra el despilfarro de la familia real, después de un viaje de compras de nueve de las 13 mujeres del rey Mswati III, para las que se fletó un avión privado a Europa y Oriente Medio.
(Mail & Guardian, Suráfrica, 100910)