La Asamblea Nacional de Costa de Marfil aprobó, el martes 11 de octubre, el proyecto de la nueva Constitución deseado por el presidente, la casi totalidad de los votantes se pronunciaron a favor del nuevo texto que será sometido a referéndum a finales de octubre.
Con 239 votos sobre un total de 249 votantes, 8 en contra, 2 abstenciones y un ausente, el voto no fue ninguna sorpresa en una Asamblea casi monocromática.
Para el presidente de la Asamblea Nacional, Guillaume Soro, ex jefe de la rebelión, los eurodiputados han «escrito una página de la historia del país».
Con la nueva Constitución, «lo que busca el Presidente Ouattara es la estabilidad del país», declaró Soro, haciendo hincapié en que el país «ha sufrido inestabilidad durante 25 años».
Recuerda que «sólo el pueblo soberano es quien, en última instancia, decide el destino de esta Constitución» en el referéndum que se realizará el 30 de octubre aunque la fecha aún no es oficial.
El proyecto quiere «pasar página» a las sucesivas crisis que han sacudido el país, según el presidente Ouattara. El texto prevé la creación de un puesto de vicepresidente «elegido al mismo tiempo» que el presidente y el Senado. También se prevé la institucionalización de la Cámara de reyes y jefes tradicionales o una ampliación de las competencias del Consejo Económico y Social con la adición de competencias en materia cultural y ambiental.
Veintitrés partidos de la oposición, entre ellos el Frente Popular de Costa de Marfil (FPI), fundado por el ex presidente Laurent Gbagbo, denunciaron el proyecto la semana pasada. «Ante el temor de que las mismas causas produzcan los mismos efectos», la oposición llama a los marfileños a rechazar esta iniciativa antidemocrática y que amenaza seriamente la paz y la estabilidad».
«¿Cómo se puede pretender que los marfileños vayan a votar en menos de tres semanas una Constitución de 57 páginas que no han tenido tiempo ni de leer?, señaló Moriféré Bamba, portavoz la Coalición.
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