El antiguo jefe de las Naciones Unidas, Kofi Annan, que intenta que se llegue a un tratado político de paz en Kenia, expresó el día 25 la frustración pública ante la incapacidad de los líderes keniatas para comprometerse. SE difundió en los medios de comunicación que el señor Annan dijo literalmente que se sentía “como un prisionero de la paz”, que no puede alcanzar un acuerdo, pero tampoco marcharse de Kenia.
Annan declaró que los rivales en Kenia parecen incapaces de resolver sus diferencias, a pesar de semanas de conversaciones entre las dos partes. Pidió a los líderes opuestos, en reuniones por separado con Kibaki y Odinga que alcanzasen un acuerdo. Ahora los oponentes se muestran en desacuerdo con los poderes otorgados al nuevo cargo de Primer Ministro.
Según datos de la policía, la cifra de muertos alcanza los 1.500, desde que se desatase la violencia, tras las elecciones.
Annan lleva más de un mes en Kenia, intentando resolver la crisis. Nunca antes había dedicado tanto tiempo a la resolución de un conflicto. Tras la última reunión Annan se dirigió a la prensa y declaró que “el equipo de mediación ha hecho su trabajo, ahora es el turno de los líderes, para que hagan el suyo”.
Annan se siente claramente frustrado por la falta de progresos. Un miembro del equipo de mediación declaró que el problema es que el Gobierno no está dispuesto a compartir el poder a la hora de la verdad.
Raila Odinga, el líder de la oposición ha amenazado con volver a las manifestaciones masivas en las calles, el jueves, día 28, si no se vislumbra una solución política. El nuevo Presidente de la Comisión de la Unión Africana, Jean Ping, declaró tras reunirse con Annan y con Kibaki, que a principios de esta semana se anunciaría un acuerdo, pero éste aún no ha llegado. La semana pasada ambos se pusieron de acuerdo en la creación del puesto de Primer Ministro, cargo que ocuparía Odinga, pero ahora no se ponen de acuerdo en el reparto de poderes entre la figura del Presidente y la de Primer Ministro.
(Ghana web, 26-02-08)
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