La convocatoria de una huelga general lanzada ayer por la oposición para obligar al presidente Joseph Kabila a aplicar el acuerdo de San Silvestre a través del cual se proporcionará a la República Democrática del Congo de un gobierno de unidad nacional para llevar al país a las elecciones presidencial y parlamentaria dentro del año, ha tenido un gran suceso.

Tras el fracaso de las conversaciones mediadas por los Obispos para la puesta en práctica del acuerdo, la tensión es alta en el país, alimentada por la violencia en Kasai, en Kivu del Norte y Katanga. Según la información recibida por la Agencia Fides, la huelga ha tenido un gran número de seguidores en la capital Kinshasa y en la segunda ciudad del país, Lubumbashi, además de en Goma, en Mbuji-Mayi y en Kananga.

La Rassemblement, el grupo que reúne a los principales partidos de la oposición, considera el amplio apoyo popular a la huelga como una prueba positiva en vista de las elecciones.

Mientras tanto, la ONU ha votado a favor de la extensión durante otro año más, del mandato de la Misión de la ONU en RDC (MONUSCO).
Un comunicado enviado a la Agencia Fides por la CEPADHO, ONG humanitaria de Kivu del Norte, considera que el contingente de fuerzas de paz de la MONUSCO debe ser repatriado y que en cambio debe reforzarse la Fuerza de Intervención Rápida, una unidad especializada que hasta ahora ha demostrado ser la única capaz de intervenir eficazmente para proteger a la población local de los aproximadamente 70 grupos armados que operan en esta provincia del este del país.

Agencia Fides

Fundación Sur

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