Las estadísticas son alarmantes. Una enorme cantidad de los tan necesitados médicos, del norte de África, y de todo el continente, de hecho, viven y trabajan en el extranjero. Pero lo que es más interesante es que los gobiernos de la región no tengan políticas e incentivos en marcha para estimular el retorno, y hacer que estos médicos vuelvan.
Los mercados extranjeros siguen siendo destinos atractivos para los médicos africanos, un fenómeno incluso más pronunciado los doctores en medicina del norte de África. El comité de expertos americano, Centro para el Desarrollo Global, CGD, recientemente ha informado de que el 20 % de los médicos africanos practican fuera de su país natal. Las condiciones económicas y de trabajo en sus países, y la oportunidad de ganar mayores ingresos en el extranjero, son las razones principales de esta fuga de cerebros. Irónicamente, las Organizaciones No Gubernamentales, gastan alrededor de 4.000 millones de dólares al año en traer a doctores extranjeros a África, en base a las reglas de la ayuda humanitaria.
En la región del Magreb, el problema es también importante teniendo en cuenta la necesidad de servicios de salud para la población. Argelia tiene el peor registro de todos, con el 44 % de sus doctores trabajando en el extranjero. Temas relacionados con la seguridad se han añadido al malestar económico para obligar a decenas de miles de médicos a buscar oportunidades de trabajar en el extranjero. En Túnez, un tercio de los médicos, el 33 %, están registrados trabajando en el extranjero, con la mayoría de ellos en Francia, concretamente el 96 % de los médicos en el exterior. Marruecos es el menos afectado por este mal, con el 31 % de sus médicos en países extranjeros.
En el continente africano, los dos países con mayor índice de retención son Suráfrica y Egipto, Sólo el 5 % de los doctores egipcios están trabajando en países extranjeros.
(North Africa Journal, 13-01-09)