Desde hace muchos años Pierre Rabhi ha sido reconocido como un pionero en agro-ecología. En la actualidad se dedica a cultivar ecológicamente en Francia y compartió sus conocimientos y las prácticas en una conferencia que dio este pasado Febrero.
Estos días la dictadura del dinero domina al mundo y es irreconciliable en la balanza entre el hombre y la naturaleza. Viendo todo a través de los ojos del dinero, la tierra es como un campo rebosando riquezas que debe de ser sangrada hasta la última gota en nombre de los beneficios. Esta idea está en contradicción con la idea de hacer buen uso de los recursos naturales, lo que está en el corazón de la agro-ecología mientras que la agricultura industrial agota la tierra para nosotros y las generaciones futuras. La cosa peor es que esta producción modelo devasta el agua, la tierra y el clima. Estamos hablando de un modelo propuesto por agro-negocios, que hace intensivo el uso de fertilizantes, destruye el eco-sistema y aniquila a los pequeños granjeros. Si no conseguimos un balance en entre nuestros métodos de cultivo con la naturaleza, este modelo industrial va a traer hambre, especialmente por erosionar los recursos naturales. Y lo que es más., las medidas y políticas agrícolas apoyan este modelo a pesar de que no asegura las necesidades de un mundo siempre en cambio. De hecho, enfrentados como estamos a la crisis alimentaria y los escándalos, ya es tiempo suficiente de aplicar las técnicas y prácticas que respeten la tierra, el agua y la vida y adoptar una filosofía que reduzca la temperatura del planeta y satisfaga las necesidades básicas de todas y cada una de las personas.
El modelo industrial de cultivo está destruyendo en particular, la habilidad de la tierra en regenerarse puesto que el uso intensivo de los pesticidas mata no solo los insectos sino también los micro-organismos que se encuentran en el suelo. Estos últimos son vitales para la descomposición de material orgánico, el crecimiento de las plantas y un sano eco-sistema. Además, cuando estos pesticidas tóxicos entran en la cadena de nuestra comida sería mejor desear a cualquiera “Buena suerte”, en lugar de “Disfruta con tu comida”. Y lo que es más, el acceso a las semillas tradicionales que han pasado en mano de generación a generación está siendo remplazada por la compra de semillas GMO (genéticamente modificadas) en larga escala por comerciantes que controlan el mercado. Esto limita la variedad disponible a los granjeros familiares y reduce su acceso a las semillas.
Y es más, los agro-negocios están robando tierras agresivamente en todo el mundo en colaboración con la industria química que produce los pesticidas, fertilizantes, y la maquinaria agrícola. El impacto de robo de tierras es catastrófico para el planeta, y en particular para África y sus gentes. De acuerdo con Rabhi, esto es un robo a la luz del día y totalmente inaceptable arrebatar lo que pertenece a todos. De hecho, estamos poniendo en peligro de que la tierra caiga en manos de unos pocos dueños, y que la mayoría de la gente se convierta-o ya se ha convertido- en arrendatarios. Esto reducirá todavía más el poder de los granjeros familiares en comparación con las compañías transnacionales.
¿Que debe hacerse?
Enfrentados con la dominación de los agro-negocios, los seres humanos no podemos saborear la libertad ni hoy ni mañana. La Agro-Ecología nos permite mirar a la realidad con ojos diferentes sin que nos ciegue el factor dinero. Es vital que podamos dejar a las futuras generaciones una herencia viva que garantice una tierra fértil y pueda dar de comer a todos. Confrontados con un modelo basado en el beneficio y el consumo desmedido, necesitamos gritar “justicia” de una manera constructiva. Para transformar la sociedad presente, necesitamos cambiar los hábitos de consumo inspirados en un modelo de vida sencilla. De esta manera podemos liberarnos de la dominación de los negocios agrícolas que esta promocionado por las leyes agrícolas de las multinacionales. Escojamos comida que se puede renovar y producida respetando la naturaleza. Demos de comer a la tierra para que así nos de ella de comer.
Gino Brunswijck
Secretariado de AEFJN-Bruselas
Traducido del inglés para Fundación Sur
