Hace años que el Secretario General de la Organización Internacional de la Francofonía (OIF) desde 2003, Abdou Diouf, ya había prevenido sobre la urgencia de restaurar la influencia del francés. El ex presidente de la República de Senegal denunció en 2012, en una entrevista con el diario de Quebec, Le Devoir, «la nueva traición de los expertos» en Francia. Diouf explicaba que «Los académicos y los intelectuales se burlan. Y los empresarios se burlan mucho más. Cuando hablas con ellos, les aburres». Para contrarrestar la pérdida de presencia del francés, Quebec acogió en 2012, por primera vez y por iniciativa de la OIF, el Foro Mundial de la lengua francesa.
Pero si, como decía el Secretario General de la OIF, Francia parece maltratar a su propio idioma, África se presenta como el futuro de la lengua de oïl. Las razones son principalmente demográficas. Según las proyecciones del Observatorio de la lengua francesa, el continente africano acogerá al 85% de los francoparlantes hacia el 2050. Estas previsiones explican las diferentes iniciativas adoptadas desde la XIII Cumbre de la Francofonía en 2010, hasta el actual proyecto “100.000 Profesores por África”.
Fundación Sur