El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero está poniendo al mundo en una situación extrema con graves implicaciones para las perspectivas de desarrollo de África.
Jim Skea, copresidente del El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), ha explicado que “reducir la temperatura media global en 1,5 ºC está dentro de las leyes de la química y de la física pero que se requieren cambios sin precedentes”. El IPCC ha afirmado que “aún estamos a tiempo de limitar el aumento de la temperatura” siempre y cuando “se actúe rápidamente en ámbitos como la energía, la industria, la edificación, el transporte y las ciudades”.
Para el África Subsahariana, que ya ha experimentado variaciones climáticas extremas con más frecuencia durante las últimas décadas, el calentamiento global de más de 1.5 ºC podría tener consecuencias muy graves. Se espera que el aumento de temperatura en la región sea mayor que el valor medio en otras zonas. También se ha estimado que las áreas africanas a menos de quince grados del Ecuador experimenten un aumento de la temperatura nocturna así como olas de calor más largas y frecuentes.
Según el IPCC “las posibilidades son mínimas pero no imposibles” y “las ventajas tras limitar el incremento de temperatura pueden ser muchas”. Cada calentamiento adicional aumenta los riesgos para África en forma de mayores sequías, olas de calor y malas cosechas.
Muchos países, conscientes de la creciente amenaza del cambio climático, firmaron en 2015 el Acuerdo de París en los que se comprometían a poner el límite del calentamiento global muy por debajo de los 2 ºC. El acuerdo, firmado por 184 países de los que se excluyen Angola, Eritrea y Sudán del Sur, entró en vigor en noviembre de 2016.
En la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), o COP24, que tuvo lugar en diciembre de 2018 en Polonia, se aprobó el libro de reglas para hacer operativo el Acuerdo de París. En éste se decretó que cada país tenía que llevar a cabo políticas nacionales cuyo objetivo fuese desarrollar medidas para reducir las emisiones y aumentar la resilencia. El tratado también ha pedido un mayor apoyo financiero por parte de los países más desarrollados para apoyar los esfuerzos de los países en desarrollo en materia del cambio climático.
Al mismo tiempo que se adoptaba el Acuerdo de París, se reconoció que estos esfuerzos no iban a ser suficientes ya que, incluso si los países cumplían con sus objetivos, la temperatura global continuaría aumentando tres grados a lo largo de este siglo. Según las estimaciones del IPCC, las proyecciones indican que la región del Sahel experimentará grandes sequías y que aumentará el periodo de ausencia de lluvias. El IPCC espera que África Central sea testigo de una disminución de los periodos húmedos y que experimente un ligero aumento de fuertes precipitaciones.
Se ha identificado a África Occidental como un punto caliente para el cambio climático, lo que podría reducir el rendimiento y producción de los cultivos e impactar en la seguridad alimentaria. También hay consecuencias para la zona sur del continente. En la zona de África Austral se espera un aumento de las sequías y un descenso en las precipitaciones. Si tomamos el 1,5 ºC de referencia, caería menos agua en la cuenca hidrográfica del Limpopo, en la del río Zambeze en Zambia y en la región este de la Provincia del Cabo. Sin embargo, con 2 ºC, la zona sur se enfrentaría a un descenso de precipitaciones del 20% y a un aumento de periodos secos en Namibia, Botsuana, el norte de Zimbabue y el sur de Zambia. Esto supondría una reducción de las cuencas hidrográficas del río Zambeze entre un 5 y un 10%. Si la temperatura media mundial alcanza los 2 ºC de calentamiento atmosférico, habrá grandes cambios en la frecuencia e intensidad de las temperaturas extremas en las zonas del África Subsahariana.
Las zonas del centro y el oeste experimentarán días más calurosos independientemente de si la temperatura media asciende a 1,5 ºC o a 2 ºC. Sin embargo, en la zona meridional, la temperatura debería aumentar más rápido a 2 ºC y los países de Namibia y Botsuana se considerarían los más afectados. Según las estimaciones, la zona del Sahel sería la más afectada por este cambio.
Inga Rhonda, presidenta del Consejo Económico y Social (ECOSOC), ha explicado que el Sahel va a ser una de las zonas más afectadas, con un aumento de la temperatura 1,5 veces más que en el resto del mundo. En esta zona las sequías e inundaciones son bastante frecuentes y tienen consecuencias negativas para la seguridad alimentaria de sus ciudadanos. Como resultado del conflicto armado, la violencia y las operaciones militares, este año se han desplazado 4,9 millones de personas y 24 millones necesitan ayuda humanitaria.
El cambio climático exacerba los problemas existentes, incluidos los conflictos. Ibrahim Thiaw, secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD), ha confirmado que “la región del Sahel es particularmente vulnerable al cambio climático y que afecta a 300 millones de personas”. También ha afirmado que la sequía, la desertificación y la disminución de los recursos “han intensificado el conflicto entre los agricultores y los pastores”.
Fuente: Afrik
[Edición y traducción, María Murillo Luque]
[Fundación Sur]
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