El Ejército de Resistencia del señor, LRA, de Uganda, ha secuestrado al menos a 100 niños de los países vecinos para ser utilizados como esclavos sexuales y porteadores, según ha denunciado una Organización No Gubernamental, Human Right Watch.
Las conversaciones de paz entre Uganda y los rebeldes parecen haberse estancado desde el pasado mes de abril, cuando el líder de los rebeldes, Joseph Kony, en busca y captura por crímenes de guerra, no se presentó a la ceremonia de la firma del acuerdo total de paz, en la frontera entre Congo y Sudán.
“Kony y el LRA parecen haberse aprovechado del respiro que se les ha dado durante las conversaciones de paz, para aterrorizar a los civiles otra vez. Los Gobiernos a los que concierne este asunto y las Naciones Unidas, no pueden sentarse a esperar nada mientras los criminales del LRA cometen abusos atroces contra los niños y otros civiles”, asegura el Director de Human Right Watch, Richard Dicker.
La rebelión del LRA, que ha durado 21 años, es responsable de decenas de miles de muertes y de dos millones de personas desplazadas. Kony y dos de sus comandantes están bajo una orden de arresto internacional emitida por el Tribunal Penal Internacional, por secuestro de niños, masacres y mutilaciones.
Ahora, la delegación de Estados Unidos de Human Right Watch acusa al LRA de secuestros de niños en los paises vecinos de Uganda, República Democrática del Congo, Sur de Sudán y República Centroafricana. La organización de Derechos Humanos asegura que los niños se usan como porteadores y las niñas como esclavas sexuales.
Estas acusaciones de crímenes recientes y el largo silencio de Kony, que dura ya un mes, aumenta las dudas sobre si el LRA está realmente comprometido con las negociaciones.
Uganda también ha puesto en duda el compromiso de Kony con el proceso de paz, después de no haberse presentado a la firma definitiva del acuerdo, y después, no haberse presentado a la reunión con una delegación de mediadores, encabezada por el jefe del proceso de negociación, Riek Machar, Vicepresidente del Sur de Sudán. “Kony hizo que todo el mundo esperase por él, esto no es una señal de paz”, asegura el portavoz del equipo de mediación de Uganda.
Kony había pedido más detalles sobre los planes del Gobierno de Uganda de utilizar la justicia tradicional para ayudarle a evitar la detención por parte del Tribunal Penal Internacional.
(IOL, 19-05-08)
