Un reality show español que sitúa a tres familias españolas con comunidades tribales indígenas ha sido acusado de maltratar a los miembros de una de las tribus involucradas, según denuncian los bosquimanos San, de Namibia.
Los miembros de la tribu que participan en el show abandonaron su cosecha a cambio de un pago exiguo para tomar parte en “Perdidos en la tribu”, mientras que los niños no acuden a su escuela, según una ONG que trabaja con el pueblo San.
El show, que se emite en el canal privado Cuatro, los domingos por la noche, ha sido producido también en otros países como Australia y Nueva Zelanda, que también fueron acusados de distorsionar la vida diaria de la tribu.
El programa presenta a tres familias de clase media españolas mientras viven con las tribus, dos de Namibia y una de Indonesia, durante tres semanas.
La familia Molina Herrera, compuesta por una pareja y sus cuatro hijos, fue enviada a vivir en un campamento San, que fue presentado como una docena de cabañas dispuestas en un semi-círculo.
Pero en realidad los San fueron desplazados a más de 700 kilómetros de donde ellos se asientan normalmente, en el desierto del Kalahari, para hacer más fácil la filmación del show, según la Comisión para la Ayuda al Refugiado de España, que ha trabajado con la tribu durante los últimos tres años.
“Los niños no han podido ir a la escuela durante un mes”, explica una portavoz de la organización, Arantxa Freire, añadiendo que el traslado ha significado que los miembros de la tribu están lejos de su tierra durante la época de cosecha.
La tribu San también es mucho menos primitiva de lo que se presenta en la pantalla, ya que no viven en cabañas, y llevan bermudas, camisetas y faldas, no taparrabos, añade Freyre.
La tribu San ha sido mostrada repetidamente de modo exótico, paternalista e irrespetuoso” que refuerza los estereotipos del programa, que ha gozado de índices de audiencia favorables, desde que empezó, hace dos semanas.
“Es otra oportunidad perdida para estas comunidades de mostrar de primera mano sus valores y cultura, y para nosotros de dar muestras de un acercamiento respetuoso”, señala, añadiendo que el show es un amago de “antropología barata”.
En una escena del show, los San expresan, mediante comentarios traducidos, su creencia en que los Molina Herrera han caído del cielo y hablan de su asombro ante su piel blanca y belleza.
En otra escena, una madre y sus dos hijas de otra familia que está pasando estas semanas con una tribu diferente en Namibia, los Himba, eran vistas mientras se les estaba diciendo que las mujeres, miembros de la tribu no tenían derecho a un baño.
Pero el profesor de Antropología de la Universidad de Salamanca, Francisco Giner Abati, que vivió casi tres años con los Himba, asegura que esto es “totalmente falso”. “Ellos se bañan menos de lo que lo hacemos nosotros porque es difícil acceder al agua, pero cuando tienen agua, aprovechan la oportunidad para bañarse”, explica, añadiendo que “la imagen que dan de elos está muy lejos de la realidad”.
Abati, que confiesa que sólo pudo soportar ver los primeros cinco minutos del primer capítulo del programa, considera que “es una vergüenza que estas tribus sean explotadas comercialmente”.
Un portavoz de Cuatro ha declarado que la serie pretende mostrar los contrastes entre la cultura occidental y las tribus participantes. Ante la pregunta sobre las acusaciones de que los San están representados de manera estereotipada, él ha respondido que los productores “han sacado los aspectos más pintorescos y rudimentarios» de las familias participantes.
(IOL, 14-05-09)