Ory Okolloh es una militante que ha puesto la tecnología al servicio de su militancia. Descubrió pronto la corrupción y esto la llevó a una toma de posición decidida en favor de la justicia, del buen gobierno, de la integridad y de la responsabilidad. Siendo niña, vio a su padre ridiculizado por intentar matricularla en una de las mejores escuelas de Kenia, siendo como era de familia modesta, mientras que solo las chicas pudientes conseguían dicha admisión y sin meritos académicos suficientes.
Varios factores han contribuido a hacer de Ory Okolloh el tipo de mujer que es. Sus padres, que se habían percatado del alto nivel de inteligencia de Ory, se empeñaron en procurarle una educación de calidad en una escuela católica, cuyas cuotas apenas podían permitirse. Esta educación está a la base de lo que había de ser más tarde su trayectoria profesional. Terminado el bachiller, marchó a los Estados Unidos, donde obtuvo un Diploma en ciencias políticas por la Universidad de Pittsburgh. Allí encontró al profesor Mitchell Seligson, quien ejerció una influencia decisiva en su vida, ayudándole a percibir su gran capacidad intelectual. Cuando ella solicitó su admisión en la facultad de derecho de la Universidad de Pittsburgh, él la animó a solicitarla en Harvard. Así lo hizo, y se graduó en derecho por dicha universidad. Un tercer factor, que ha marcado su espectacular itinerario, ha sido su enorme control de Internet y las nuevas tecnologías.
Terminados sus estudios, pasó varios años en Estados Unidos, trabajando en el mundo de la jurisprudencia y en el Banco Mundial, hasta que decidió volver a África, a pesar del enorme salario que le ofrecían, “porque mi pasión -nos dice- era África”.
Estimulada por algunos amigos, lanza, en 2003, el blog kenyapundit.com, con el que manifiesta su militantismo, animando a la gente a comprometerse por un mundo mejor, no sólo hablando de los cambios que se imponen para conseguirlo, sino empeñándose en una acción por el cambio.
Pronto se vio involucrada en la esfera política. Harta de escuchar quejas contra los políticos de Kenia, donde se había instalado, y convencida de que la responsabilidad emana del control que se ejerce sobre los políticos y no de sus buenos sentimientos, decidió fundar, en 2005, en colaboración con otros blogueros, la web Mzalendo (el patriota) para vigilar al parlamento keniano. “Los africanos tenemos que desafiar a nuestros dirigentes”. Para conseguir transparencia y responsabilidad en la práctica política, Mzalendo difunde proyectos de ley y mantiene a sus usuarios al corriente del progreso de tales proyectos; evalúa a los miembros del parlamento, dándolos a conocer y cómo se posicionan; ofrece también la posibilidad de hacer preguntas online a sus representantes en la asamblea nacional.
Dos años más tarde, Ory Okolloh ayudó a establecer la plataforma digital Ushahili (Testimonio) que permite a sus interesados colaborar en la obtención y difusión de datos necesarios para exigir responsabilidades y favorecer la militancia social. En 2008, cuando en Kenia se desató una gran violencia tras las elecciones presidenciales, Ushahili fue un instrumento muy útil para recopilar y dar a conocer testimonios oculares de violencia. Actualmente es un instrumento utilizado en todo el mundo, tanto por departamentos de la ONU y por grandes entidades (la Cruz Roja, la BBC, el equipo de campaña electoral de Obama) como por blogueros y activistas sociales para vigilar e informar, promoviendo derechos humanos y delatando injusticias. Esta tecnología es utilizada hoy en día para numerosas actividades, como vigilar procesos electorales o encontrar soluciones a situaciones de crisis. Como reconocimiento del aporte de Ushahili, la revista americana Foreign Policy situó en 2010 a Ory Okolloh en el puesto 59 de los 100 pensadores más influyentes del mundo.
A finales de 2010, Ory Okolloh se integró en Google como directora de estrategia para África. Desde esta posición intenta aumentar el acceso a Internet para los africanos, a la vez que se esfuerza para que Google África tenga un contenido adecuado al África Subsahariana. Para ello, visita numerosos países y gobernantes africanos con el fin de favorecer cambios positivos para el continente desde los medios digitales. Google pretende jugar fuerte en África, convencido de que el mercado informático africano crecerá a un ritmo acelerado. La militante Ory Okolloh ve en esta política de Google una oportunidad de crecimiento para África. “Para mí -nos dice- lo que importa es tener un impacto positivo a gran escala en el continente”.
En Mayo de 2013, Ory Okolloh deja Google para integrarse en Omidyar Network, como directora de inversiones. Omidyar Network es una empresa de inversiones con carácter filantrópico, que invierte en proyectos de emprendedores con ideas innovadoras, como por ejemplo, Ushahidi, en la que ya había invertido. Con sus inversiones en África, Omidyar Network pretende promocionar iniciativas que mejoren la transparencia en la gobernanza gracias a las nuevas tecnologías. Como directora de inversiones, Ory Okolloh intenta detectar las iniciativas que fomentan la participación ciudadana y la transparencia para invertir en ellas, sean estas sin o con ánimo de lucro.
Esta mujer infatigable ha sido asesora legal de ONGs y de una organización que asiste a los emprendedores en Suráfrica. Ha trabajado en el Banco Mundial y en la Comisión Nacional de Derechos Humanos en Kenia; es miembro de Africa Media Initiative, organización panafricana que defiende la independencia de los medios de comunicación, en su empeño de favorecer la gobernanza democrática, el desarrollo social y el crecimiento económico. También es miembro del consejo asesor de Code for All, red internacional de tecnología civil que, por medio de la tecnología digital, promueve la participación ciudadana colaborativa en la búsqueda de soluciones a los problemas sociales, a la vez que facilita el buen entendimiento entre gobiernos y ciudadanos.
Ory Okolloh sigue siendo la militante dedicada a cuantas iniciativas promueven la transparencia, la responsabilidad y la participación ciudadana para el progreso del continente africano. Desde Suráfrica, donde actualmente reside con su esposo y tres hijos, continúa su tarea de impulsar la participación y el compromiso de la ciudadanía.
Bartolomé Burgos
[CIDAF-UCM]
Artículos relacionados:
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Joséphine Ouédraogo
– Serie Grandes Mujeres Africanas: La Dra. Esther Tallah, por Bartolomé Burgos
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Angelique Namaika, por Bartolomé Burgos
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Funmilayo Ransome-Kuti, por Bartolomé Burgos
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Fatimata M’Baye, por Bartolomé Burgos
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Bineta Diop, por Bartolomé Burgos
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Bénédicte Janine Kacou Diagou, por Bartolomé Burgos
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Amira Yahyaoui
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Wangari Muta Maathai
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Dra. Helena Ndume
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Angélique Kidjo
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Alice Nkom y los derechos LGTBIQ+
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Tres mujeres africanas para revitalizar el arte negro contemporáneo
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Saray Khumalo: Montañista
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Hela Cheikhrouhou: Banquera del clima
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Fatou Bensouda
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Vuvu Mpofu y la ópera
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Theresa Kachindamoto: Contra los matrimonios infantiles
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Colette Kitoga: “Madre de huérfanos y viudas”
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Aminata Touré
– Serie Grandes Mujeres Africanas: La escritora Chimamanda Ngozi Adichie
– Serie Grandes Mujeres Africanas: Elisabeth Domitien, primera mujer primer ministro africano
– Serie Grandes Mujeres Africanas : Marie-Thérèse y los huérfanos del Congo-Brazzaville