Más de 350 mauritanos negros, que han estado viviendo en el exilio, en Senegal desde hace más de 20 años, han vuelto a su país el día 23 de abril, a la ciudad de Boghé, en la región de Brakna, en el valle de río Senegal, según el ministerio de Interior de Mauritania.
La gobernadora de Brakna, Zeinebou Mint H’midnah, dio la bienvenida a los refugiados, en presencia de altos cargos de la región y el personal de la Agencia Nacional de Apoyo para la Integración de los Refugiados, ANAIR, y de la Comisión de la ONU para los Refugiados, UNHCR, así como de multitud de habitantes de Boghé.
Estos refugiados que han sido alojados poco después de su llegada, en un campo equipado con servicios básicos, eleva la cifra de refugiados que han vuelto a su país natal a 10.000 desde 2008.
Miles de mauritanos negros habían sido expulsados a Senegal en los años 90, después de los episodios de violencia étnica que se produjeron, por conflictos entre los criadores de ganado mauritanos y los agricultores senegaleses.
El general Mohamed Ould Abdel Aziz tomó parte, el mes pasado en una ceremonia de oración en memoria de las víctimas de aquel conflicto, y ofreció sus condolencias a las familias de los fallecidos.
El depuesto presidente Sidi Mohamed Ould Cheikh Abdallahi, había reconocido oficialmente la responsabilidad del estado en esos incidente, en un discurso dirigido a la nación, retransmitido por los medios de comunicación público de Mauritania.
(African Press Agency, 24-04-09)