El recuento de los votos de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en las Comoras se puso en marcha el domingo por la noche después de una votación completamente pacífica con 25 candidatos, entre ellos un antiguo golpista y un vicepresidente.
No se ha producido ningún incidente grave en este pobre y pequeño archipiélago en el Océano Índico, sacudido por las crisis separatistas entre 1997 y 2001 y con una veintena de golpes (o intentos), el último de los cuales data de 2012.
Diferentes observadores entrevistados por la AFP han informado simplemente de «irregularidades menores» en las votaciones.
El recuento se realiza en muchas oficinas a la luz de las velas y las lámparas de camping, declaró un periodista de la AFP en Moroni. El país sufre de una grave escasez de energía que paraliza su ya maltratada economía.
El presidente saliente Ikililou Dhoinine, que ha estado en el poder durante 5 años, no se representaba, de acuerdo con la constitución atípica que establece una presidencia rotatoria entre las tres islas de las Comoras (Anjouan, Grande-Comore y Moheli).
El Presidente Dhoinine es nativo de la isla de Moheli, su reemplazo será de Grande-Comore.
Entre los 25 candidatos, un puñado de ellos son susceptibles, según los observadores, de pasar a la segunda ronda prevista para 10 de abril: el candidato del gobierno, Mohamed Ali Soilih, actual vicepresidente; el ex jefe de estado y ex golpista Azali Assoumani (1999-2006) así como Fahmi Saïd Ibrahim, apoyado por el ex presidente Ahmed Abdallah Sambi (2006-2011).
Dos extraños podrían dar la sorpresa al pasar la primera ronda: Mouigni Baraka, gobernador de Grande-Comore y Bourhane Hamidou, ex presidente de la Asamblea Federal.
La campaña electoral se ha desarrollado sin incidentes pero sin embargo, «estamos en un contexto en el que hay una gran cantidad de sospechas», advirtió Nadia Tourqui, consultora de la ONU en las elecciones.
El retraso en la distribución de 25.000 papeletas electorales nuevas y las tensiones dentro de la Comisión Electoral (INEC), recientemente acusada, por el Tribunal de Cuentas, de presunta malversación de fondos, han suscitado preocupación entre los candidatos.
Para calmar las cosas, el Ministerio del Interior prohibió todo movimiento el domingo entre las ciudades, si no se disponía de un pase oficial. El objetivo era «evitar el doble voto», según el Ministerio del Interior.
En el último momento, el sábado, el INEC también prohibió con el fin de «preservar la paz» el voto por delegación, posible fuente de fraude según los candidatos.
Las sospechas de fraude se basan en nada tangible, pero según declaró una fuente diplomática: «tienes que creer en el fraude para justificar tu derrota».
Además de decenas de observadores internacionales, la «plataforma de observación electoral», a iniciativa de la sociedad civil de las Comoras, desplegó a 425 personas sobre el terreno.
Los programas de los 25 candidatos son casi idénticos, se centran en la atención médica gratuita, la educación o la mejora de las infraestructuras en ruinas.
Según la peculiar constitución de las Comoras, sólo los 159.000 votantes de Grande-Comore podían participar en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. En la segunda ronda, todos los 301.000 votantes de la Unión podrán votar.
La primera vuelta de las elecciones presidenciales del domingo coincidía con la elección de los gobernadores de las tres islas, donde se movilizó a todo el electorado.
afriqueinside.com
Fundación Sur