Zimbabue ha recibido de China un nuevo edificio para el parlamento nacional por valor de 100 millones de dólares, lo que pone de relieve los crecientes lazos entre ambos países. La construcción del edificio, situado en las afueras de Harare, ha sido financiada en su integridad por Pekín, quien ve en Zimbabue un socio predilecto para expandir su presencia en el sudeste africano.
El presente ha sido bien recibido por el presidente del país, Emmerson Mnangagwa, quien ha anunciado que lo percibe como “una expresión emblemática del progreso de Zimbabue y su larga hermandad con China”. En la rueda de prensa, donde ha agradecido públicamente a la delegación China, ha anunciado el estrechamiento de los lazos diplomáticos entre ambas naciones, así como un ambicioso plan de inversiones chinas en la economía zimbabuense, entre los que cabe destacar la construcción de infraestructuras como aeropuertos, centrales eléctricas y presas.
Desde la época de Robert Mugabe, presidente entre 1987 y 2017, Zimbabue ha gravitado hacia China a través de su política de «mirar al Este«. El gobierno chino ha concedido sustanciales y favorables préstamos al ejecutivo africano para apoyar el desarrollo de infraestructuras en Zimbabue, mientras que sus empresas realizan importantes inversiones en los sectores de la minería y la agricultura. Los datos de este año apuntan a un crecimiento significativo del comercio entre China y Zimbabue en comparación con las cifras del año pasado, con exportaciones de Zimbabue por valor de 1.360 millones de dólares e importaciones de China por valor de 1.070 millones de dólares.
Fuente: New Zimbabue
[Traducción y edición, Gabriel Castro]
[CIDAF-UCM]