Más de 1000 congoleños han huido del este de la República Democrática del Congo hacia el suroeste de Uganda, elevando el número total de refugiados que han cruzado el puesto fronterizo de Ishasha a 3.293, desde que comenzasen los enfrentamientos hace unas semanas.
El grupo, comprendido principalmente por mujeres, declaró ante las autoridades locales de Uganda que se han reiniciado las luchas entre las tropas del gobierno y las fuerzas leales al general Nkunda, tras lo cual ambas partes parecen haber ignorado el acuerdo de alto el fuego.
Uno de los refugiados, Kambere Jean, declaró que huyeron de sus casas después de que los rebeldes tomasen la ciudad de Rwampidi, en domingo día 16, porque los rebeldes prometieron vengarse de la población civil por haber apoyado a las tropas del gobierno.
Los soldados del gobierno, vestidos de civiles, atacaron a los rebeldes y mataron a varios de ellos. Los rebeldes pensaron que los civiles estaban detrás de este ataque y decidieron rodear los pueblos, matando a casi todos los hombres de entre 10 y 40 años, e instigando a la gente para que huyera, asegura Kambere.
Otros civiles que huían han declarado que tanto los rebeldes como el ejército estaban obligando a los niños a unirse a sus filas y a luchar con ellos.
Un trabajador de la Cruz roja de Uganda, en Oshasha, Benjamín Cadet, que supervisa el registro de refugiados, confirmó que han recibido y registrado a 3.293 personas.
El grupo que llegó el día 17 estaba muy traumatizado, según este oficial de la Cruz Roja, después de la gran distancia que tuvieron que caminar por la jungla, hasta alcanzar la frontera con Uganda. La Cruz Roja está preparando sesiones de orientación para ellos.
Mientras tanto, un grupo de 42 policías congoleños y sus familias que habían huido de sus puestos la pasada semana, serán entregados al Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
El grupo se encuentra en un fuerte del ejército, cerca de Ishasha esperando que se aclaren los órganos de seguridad.
(African Press Agency, 18-11-08)