En 2001, el Vaticano pidió a los Estados Unidos y a Gran Bretaña que presionasen a Ruanda y Uganda, para que retirasen sus tropas de la región de los Kivu, en el este de la República Democrática del Congo.
Además, se hizo un llamamiento a estos mismos países occidentales, para que combatieran la explotación ilegal de los recursos mineros en esta misma región, que es una de las principales causas de la violencia que perdura.
Esto es lo que reflejan los documentos difundidos por wikileaks, según informan Kerk Net, The Insider, de Zimbabue, y el diario belga De Morgen.
El arzobispo Celestino Migliore, que entonces era nuncio apostólico ante las Naciones Unidas, hizo esta solicitud el 6 de marzo de 2001, por delegación del cardenal Jean Louis Taura, al americano Joseph Merante, a quién le fue asignado el dosier.
Durante este periodo, Angola y Zimbabue apoyaban al ejército congoleño, mientras que Ruanda y Uganda, apoyaban a los rebeldes. Un año más tarde, en 2002, las Naciones Unidas denunciaron en un informe la manera en que los países vecinos, gracias a la guerra civil, se beneficiaron de las riquezas del subsuelo de la RDC.
Recordemos que el 16 de enero de 2001, el presidente de la República Democrática del Congo, Laurent Desiré Kabila, fue asesinado a tiros por su propia guardia presidencial, durante la llamada “Segunda Guerra del Congo o Guerra Mundial Africana”. Su hijo, Joseph Kabila, con 29 años, le sustituyó como presidente, hasta nuestros días.
Par Laure Uwase
(Jambo News/otras fuentes, 17-03-11)