Los Estados Unidos, Gran Bretaña y Noruega denunciaron ayer lunes que, según ellos, Sudán no ha sido capaz de llevar a cabo unas elecciones libres y creíbles la semana pasada. En un comunicado conjunto, los tres países declararon lamentar «el fracaso del Gobierno de Sudán a la hora de celebrar unas elecciones libres y justas en un clima apropiado».
Marcadas por una baja participación las elecciones presidenciales y parlamentarias nacionales y regionales se celebraron de lunes a jueves. El presidente Omar al-Bashir y su partido tienen, en gran parte, la seguridad de ganar.
Washington, Londres y Oslo toman la baja participación como una prueba de las restricciones de la libertad, de los derechos políticos y los conflictos en curso en algunas partes del país.
La votación estuvo marcada por numerosos problemas
«El resultado de esta votación no puede considerarse como la expresión creíble de la voluntad del pueblo sudanés», agregaron los tres países. «Condenamos los actos de violencia durante el periodo electoral y seguimos apoyando a los sudaneses que quieren avanzar en un proceso político pacífico y legítimo destinado a establecer reformas y lograr la estabilidad”.
Llegado al poder en 1989 después de un golpe de estado y con 71 años de edad, el general Bashir ya tiene asegurado ser reelegido para un nuevo mandato de cinco años ya que se enfrenta con candidatos poco conocidos y que la mayoría de la oposición boicoteó la votación. A Bashir es le reclama la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes contra la humanidad y genocidio en Darfur.
Los resultados se esperan a finales de abril y en el caso de que ningún candidato obtuviera la mayoría, sería necesaria una segunda vuelta.
maliactu.net – (Fundación Sur)