Una situación explosiva en Burundi

21/11/2017 | Opinión

En junio pasado, mientras la comisión de investigación ad-hoc de las Naciones Unidas para Burundi presentaba una evaluación abrumadora de la situación de los derechos humanos en el país, la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) publicaba el 4 de julio un informe inquietante, estableciendo el balance de la crisis de derechos humanos desde el comienzo del conflicto político en abril de 2015. Algunos meses después de la publicación de un primer informe situacional, la Federación internacional con sede en Ginebra describe en su nuevo informe el establecimiento de un verdadero régimen dictatorial: “Burundi al borde del abismo, vuelta sobre dos años de terror”[1].

nkuruziza.jpgContexto general

El informe publicado por la FIDH ofrece una perspectiva impresionante del conflicto de baja intensidad que se está librando desde hace dos años en Burundi. El origen de la crisis política está relacionado con la voluntad del presidente saliente de buscar un tercer mandato presidencial, violando al mismo tiempo un acuerdo político que lo prohíbe. [2]

El presidente, en el poder desde finales de 2005, está a la cabeza de una represión sangrienta y sistemática contra la oposición, a través de la movilización de las fuerzas de seguridad nacional. En respuesta, se ha formado un movimiento de resistencia popular, atacando a personas consideradas afiliadas al partido gobernante, el Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia-Fuerzas para la Defensa de la Democracia, CNDD-FDD. Considerado como un partido único, este partido cultiva el culto a la personalidad, la propaganda y la incitación al odio contra los miembros de la oposición o de cualquier individuo que se niegue a participar en actividades de propaganda organizada por el poder.

Violaciones de los derechos humanos que han obligado a los organismos al exilio

La situación de los defensores de los derechos humanos es preocupante en este momento. Desde finales de 2016 es casi imposible que una organización de defensa de los derechos humanos pueda operar en territorio de Burundi [3]. La mayoría de las ONG de Burundi que colaboraron en la preparación del informe publicado por la FIDH están ahora en exilio. Mientras tanto, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ya había sido forzada por el gobierno a abandonar el país en octubre del mismo año, casi simultáneamente con la retirada de Bujumbura de la Corte Penal Internacional. Esta salida forzosa de la CPI encuentra su origen en el establecimiento por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de una comisión internacional de investigación sobre Burundi. El Gobierno, de hecho, experimento cómo cambiaba el viento después de innumerables denuncias de la Comunidad Internacional. Unos meses antes, el gobierno fue informado de la apertura de una investigación que sería llevada a cabo por una comisión internacional de investigación creada por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU después de numerosas denuncias de organizaciones locales de la sociedad civil. [4]. En 2015, cuando las Naciones Unidas acababan de asumir la responsabilidad de dirigir una misión especial de observación electoral en el país, el gobierno de Pierre Nkurunziza ya había mostrado signos de tensión [5]. Un año después, varias decisiones restrictivas adoptadas por la Asamblea Nacional socavan la acción de las ONG locales y extranjeras. Varias leyes que suspenden o cancelan las actividades de estas organizaciones han sido adoptadas, en paralelo con la realización de campañas de difamación, amenazas y ataques [6]. Los medios de comunicación, mientras tanto, continúan sometidos a controles abusivos por parte de las autoridades [7].

A mediados de 2016, el Alto Comisario de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, advirtió sobre «un fuerte aumento en el uso de la tortura y los malos tratos en Burundi» y expresó su preocupación en relación a las informaciones sobre lugares de detención ilegales en la capital y en el resto del país [8].

Las dinámicas de género relacionadas con los conflictos son también motivo de especial preocupación desde el comienzo de la represión, ya que la infraestructura a cargo de la protección de las mujeres no puede ya prestar sus servicios debido al colapso del sistema de justicia. En general, los expertos que participaron en el informe dan cuenta de numerosas denuncias de violencia sexual, sobre todo por agentes de la ley y otros agentes estatales, y describen un grave problema de explotación de mujeres burundesas a partir del comienzo del conflicto.

Balance humanitario debido a la crisis

A causa de su aislamiento y recortes en la ayuda al desarrollo, Burundi está viviendo una situación humanitaria muy preocupante, agravada por el deterioro de las condiciones sociales y económicas tras los recortes presupuestarios. Dadas las complejas relaciones políticas entre las agencias de ayuda humanitaria y el gobierno de Burundi, las esperanzas de mejorar la situación actual son mínimas. Burundi es hoy una de las emergencias humanitarias menos financiadas del mundo [10].

Desde el comienzo de la crisis, el número de personas que han huido del país ha ido en constante aumento. Actualmente hay más de 400.000 refugiados distribuidos, principalmente, entre la República Democrática del Congo, Tanzania y Ruanda [11].

Para empeorar las cosas, las personas en el norte, centro y este del país sufren una epidemia de malaria que va en aumento desde marzo de 2017 [12], cuando ya había sido diagnosticada a finales de 2016 en más del 70% de la población [13].

¿Un futuro preocupante?

El gobierno de Burundi ha lanzado importantes proyectos legislativos. En febrero de este año, el gobierno aprobó una ley que creaba una comisión encargada de la reforma de la Constitución, que permitiría al presidente presentarse a las elecciones de manera ilimitada. Nkurunziza no ha ocultado nunca sus intenciones de presentarse a las elecciones de 2020, con o sin cambio en la Constitución.

Una salida de la crisis por vía diplomática parece improbable en la situación política actual. Las perspectivas de recuperar la estabilidad en un futuro cercano son bastante limitadas. Para la oposición política, el recurso a las fuerzas armadas es, desafortunadamente, el medio de resistencia más relevante en la situación actual de las cosas.

Los autores del informe presentado por la FIDH también temen un recrudecimiento de la violencia que podría llegar a la reanudación de la guerra civil, especialmente a medida que la militarización del estado continúa creciendo, yendo de la mano con una ideología cada vez más radical.

Paralelamente, la rama de los jóvenes partidarios del partido dirigente, los Imbonerakure, ha visto crecer su capacidad de guerra a una escala aterradora, al haber logrado expulsar a miles de civiles de las fronteras del país. [14]

En general, las dinámicas del conflicto se están volviendo más complejas debido al aumento de actores que se rebelan contra esta trágica situación. Recordemos también que las dinámicas regionales son particularmente complejas, lo que eventualmente, podría favorecer a Burundi mediante una mayor sensibilización sobre la represión intolerable que se está ejerciendo en el país.

Solo queda esperar que el informe publicado por la Federación Internacional de Derechos Humanos alerte a los actores internacionales de esta crisis, mucho antes de 2020.

Nadège Porta

* Nadège Porta posee un máster en Derecho de la Universidad de Friburgo, con especialización en Derecho Internacional y Penal. Apasionada por cuestiones relacionadas con la resolución de conflictos, la seguridad y la evolución del mundo humanitario, actualmente trabaja en la sede de una ONG en la gestión de riesgos operacionales y sigue de cerca la evolución política de los países donde trabaja la organización.

Fuente: L’Afrique des Idées

Notas:

[1] Disponible à https://www.fidh.org/fr/regions/afrique/burundi/le-burundi-au-bord-du-gouffre-retour-sur-deux-annees-de-terreur

[2] A compléter

[3]Ibidem

[4] http://www.rfi.fr/emission/20161013-burundi-sort-cpi-justice-onu-pierre-nkurunziza

[5]https://mali-web.org/afrique/burundi-ouverture-de-la-mission-dobservation-electorale-de-lonu

[6] Disponible à https://www.fidh.org/fr/regions/afrique/burundi/le-burundi-au-bord-du-gouffre-retour-sur-deux-annees-de-terreur

[7]Ibidem

[8] http://www.un.org/apps/newsFr/storyF.asp?NewsID=37041#.Wd464lu0N1s

[9]Office des Nations unies pour la coordination des affaires humanitaires, « Burundi : Aperçu des besoins humanitaires 2017 »,

octobre 2016, p. 18., http://reliefweb.int/sites/reliefweb.int/files/resources/hno_burundi_2017_fr_small.pdf

[10]Ibid.

[11] http://reliefweb.int/report/burundi/unhcr-regional-update-burundi-situation-may-2017

[12]Health Organization, Fact finding Mission on malaria spreading in Burundi, http://www.afro.who.int/fr/burundi/pressmaterials/item/9345-mission-dinvestigation-des-flambees-de-cas-de-paludisme-sevissant-au-burundi.html

[13]http://www.rfi.fr/afrique/20170314-epidemie-malaria-est-declaree-burundipaludisme-oms

[14]http://www.irinnews.org/report/101418/who-are-imbonerakure-and-burundi-unravelling

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

[Fundación Sur]


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