Los prisioneros encerrados en las cárceles de Harare, que reciben poca o nada de comida, han obtenido un respiro temporal después de que una panadería local haya prometido abastecerles de pan cada día, durante seis meses. Esto ha ocurrido tras los informes difundidos de que desde mayo del año pasado, más de 700 presos han muerto de hambre, en la famosa cárcel de Seguridad de Chikurubi.
Zimbabue tiene 42 prisiones por todo el país, en las que se alberga a los criminales junto con los presos políticos.
Los prisioneros que no tiene familiares para que les traiga comida, tienen prácticamente garantizada una muerte lenta y dolorosa. La panadería Bakers Inn, dan el pan al servicio de prisiones de Zimbabue, como parte de sus esfuerzos por ayudar al departamento, hasta que la situación económica del país se estabilice.
La Prisión Central Preventiva de Harare, la prisión central y la de máxima seguridad de Chikurubi, además de la prisión granja Chikurubi y la prisión femenina del mismo nombre, serán los centros beneficiarios. El grupo de derechos de los prisioneros locales, la Asociación de Zimbabue para la Prevención del crimen y la Rehabilitación de los Criminales, ha asegurado que al menos dos internos a la semana mueren de hambre en la prisión de máxima seguridad, que tiene la mayor población entre las instituciones correccionales de todo el país.
La donación se produce al tiempo en que el Servicio de Prisiones de Zimbabue lucha por mejorar las condiciones de vida de los complejos. Ha emitido peticiones públicas de donación de medicamentos para los internos, antes de que llegue la estación del invierno.
El comisario de prisiones, el teniente general retirado Paradzai Zimondi, pide a la gente de buena voluntad que realicen donaciones en lugar de esperar a que el gobierno central y los donantes internacionales ayuden. “No debemos depender solamente de los donantes extranjeros, sino que los implicados locales también deben ayudar, porque los internos pertenecen a todo el mundo, en la comunidad”, explicó.
En marzo, la Corporación Surafricana de Radiotelevisión, SABC, en un programa especial grabó el alcance del colapso del sistema de prisiones de Zimbabue. El programa mostró a internos con apariencia de esqueletos vivientes, sufriendo de malnutrición aguda, tuberculosis y Sida.
El ministro de Justicia, Patrick Chinamasa, aseguró que las grabaciones de la SABC de Suráfrica eran de otros países, pero recientemente ha pedido a los países donantes que ayuden a rescatar a los prisioneros que están muriendo de hambre.
Los más críticos aseguran que la situación en las cárceles del país empezó a deteriorarse tras el nombramiento del teniente general retirado Zimondi como director de los Servicios de Prisiones de Zimbabue, un incondicional partidario del presidente Mugabe, que fue nombrado en 1999.
(Africa News, 18-05-09)