Una de Colaboracionistas, por Félix Pérez Ruiz de Valbuena

20/05/2011 | Bitácora africana

Esto de la Colaboración para ayudar al 4º mundo es lo que tiene, sus cosas.

De una parte tapa más nuestras conciencias y los agujeros que nos las hacen malas, que los agujeros de las necesidades que pretendemos ayudar. Así nuestras malas conciencias se vuelven buenas con unas perrillas que nos sobran, cuando nos sobran, y caritativamente las entregamos a los negritos y otros desarrapados en general. Y los negritos encantados, claro.

Sobre todo los que viven de este cuento tan bonito.
Porque en esto del colaboracionismo hay mucho listo y enterado que vive, muy bien, de estas historias de las ayudas internacionales.
Dejando aparte a todos los trabajadores ‘blancos’ o europeos que trabajan en este sector de actividad económica que se suelen ‘comer’ casi la mitad de la tarta, luego están todos los ‘cuadros’ que viven muy bien del dinero de la colaboración o cooperación, como queráis llamarla.
De tal manera que como seguro que habré contando mil veces, pero que mi memoria olvida otras tantas, la parte del león se queda en el camino. Y lo que le acaba llegando a la gente o a los proyectos que se desarrollan son sólo la punta del iceberg de todo el dinero que se ha quedado sumergido.

Por aquí hay Asociaciones locales las que quieras.
Creo que son más de 50.000, pero no me extraña si hay 34 partidos de la oposición.

Que el otro día organizaron un mitin-manifestación y se cubrieron de gloria, no debieron ni juntar 500 personas, el periódico decía que si al menos hubieran llevado 20 personas cada partido…, que seguro que los cargos en cada partido son más personas.

Así que hay asociaciones para todos los gustos y colores. Y si descontamos a las asociaciones de las aldeas que son más mayoritarias (Asociaciones de Padres de Alumnos y Asociaciones de Mujeres) y deducimos toda esa población campesina y esas pocas asociaciones y la población lumpen de las ciudades, nos saldría una media de 6-10 personas por asociación. Normalmente las personas que componen las Juntas Directivas, Presidente, Vicepresidente 1º, Vicepresidente 2º, Tesorero 1º, Tesorero 2º, Tesorero 3ª (de estos suele haber más porque lo de la pasta es lo fundamental), Secretario… También es verdad que pueden tener más porque hay gente que se apunta a varias, es como jugar a la lotería, más fácil que puedes llegar a pillar algo. Esto es una profesión como cualquier otra, lo del colaboracionismo. Y a mí lo del colaboracionismo siempre me sonó mal, pero peor si son los del propio país, claro.

Hace 2 semanas vino a visitar mi biblioteca mi amigo Naabá Liguidí (Rey Dinero, en traducción literal del mooré). Es de esas pocas personas que en 2 años que nos conocemos jamás me han pedido un duro ni nada caro.

Una vez, que si le podía prestar un retroproyector, que no pude porque no tenía, y otra que si le podía conseguir algún libro, en francés, de algún destacado filósofo español.

Un tipo interesante, el Naabá, ya os digo.

Bueno, pues le encantó la biblioteca y al final se me descolgó con una petición de partenariat.

Yo, acojonado, porque me cuesta decir que no y más a un tipo que siempre ha sido amable conmigo.
Me viene a decir que podría dejarles un ‘espacio’, una oficina o algo así, para su Asociación, la de Jefes Tradicionales y Religiosos.
Ante la cara que puse y las disculpas que balbuceé de que vamos justos de espacio, me respondió que no pasaba nada, que tampoco se reunían todos los días, que muy de cuando en cuando y que no molestarían nada.
Pero que era fundamental que les dejara poner una placa en la fachada, tampoco enorme, en la que se indicara que allí estaba la sede de su Asociación para cuando vinieran sus partenaires de visita-inspección. Supongo que de esta manera podrán justificar a dónde han ido a parar los fondos que les transfieren.

Se lo conté a Jazz y me explicó que era lo menos que podía pasar.
Me contaba de una asociación de mi pueblo, dedicada a los minusválidos (hay montones), que cambiaba los carteles según las visitas de los partenaires financieros, los que ponen la pasta en el primer mundo. Y creo que se lo deben montar bien porque como es una asociación de minusválidos supongo que le será fácil conseguir partenaires.

Los directivos de las asociaciones ganan buenos sueldos, tienen buenos coches a su disposición y hacen algún negocio que otro o directamente roban el dinero, aunque seguro que no todos.

Hace poco más de un mes vino una persona de la Alcaldía, el típico intermediario, a ofrecerme un proyecto de escuela profesional. Con los terrenos me vendían el proyecto entero, planos de edificios, instalaciones, presupuestos de obras e inversión…, todo, sólo faltaba desarrollar el plan de estudios. Todos los papeles, proyectos, etc, estaban a nombre de ECLA (Être Comme Les Autres, una asociación de minusválidos), pero el intermediario me aclaró que el que me lo vendería era el Presidente de ECLA, a título personal.

He declinado la propuesta, sin llegar a discutir precios ni condiciones.
Supongo que será el típico proyecto que habrían desarrollado con el supuesto apoyo financiero de alguna ONG o institución y que con la crisis del primer mundo habrán cerrado el grifo. La crisis aquí también se nota, no creáis, y el pobre Presidente de ECLA habrá perdido lo suyo con todo esto (me refiero a dejar de ganar).

Hace poco le comentaba a Jazz que con todas las historias que están pasando en el país que más valía que volvieran a llamar al país ALTO VOLTA, que le hace más justicia que País de los Hombres Íntegros, como quería que hubiera sido el ingenuo Sankara, el anterior asesinado presidente.

Original en FronteraD

Autor

  • Pérez Ruiz de Valbuena, Félix

    Félix Pérez Ruiz de Valbuena. ( Calatañazor, Soria, Diciembre 1954 ) Estudió economía . Marxista-leninista de formación política, afirma que no le sirvió para hacer nada demasiado útil en la vida universitaria, salvando quizás el Festival de los Pueblos Ibéricos. Empresario familiar comparte con sus dos hermanos la propiedad de una empresa de formación. reside actualmente en Burkina Faso con la esperanza de comenzar de nuevo con proyectos que le devuelvan la ilusión. Con tres hijos y un nieto, que le hacen felices los más de los días. Y como dice Soltero y sin compromiso. Es colaborador de la Revista Digital Frontera D con su Blog Negros sobre blanco , que iremos reproduciendo en nuestra sección de Bitácora Africana, agradeciendo a Frontera D la autorización para hacerlo y por supuesto a Félix Pérez Ruiz de Valbuena

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