Un golazo de Bioko marcado en Rio Muni , por Nse Ramón

26/01/2012 | Bitácora africana

Y así pareciera que tenía que ser. Las minorías de Guinea Ecuatorial están dejando el listón muy alto pese al olvido al que se les somete desde la dictadura de su país, hasta el silencio de los países en donde les acogen cuando deciden huir de casa. Y así tenía que ocurrir, que en la primera fiesta de fútbol celebrada …en un país donde el fútbol lo juegan los hombres y mujeres en los bares cada fin de semana con la Premier League y la Liga BBVA ya que lo que se dice liga nacional, no existe. Pero bueno, cosas de la FIFA que no se harta de hacer dinero, y si los africanos, los demás países, dicen que ahora el que más tiene es Obiang Nguema Mbasogo, entonces se manda a la CAF a postrarse a los pies del sátrapa, besarle el culo, y todos contentos. El dinero mueve el mundo, las desgracias rodean al dinero y los malos manejan las desgracias que provocan los dineros que hunden en el fango a los que sólo pueden sonreír cuando la droga es potente… ¡Y el fútbol es una gran y potente droga!

Escribiendo ésta carta de LOCO pensando en el ambiance que se estará viviendo en las ciudades de mi país. Pero por suerte estoy lejos, que si no, ya me veía yo despertándome el domingo 22 con una de esas resacas que me hacían olvidar por unos segundos que estábamos viviendo en una dictadura estúpida, obsoleta y retrógrada. Con lo que lo primero habría sido ir a por el «levantamuertos» que mezcla en un mismo plato al pescado, o a la tortuga, o al bilolá, con el peligroso picante flotando en un líquido infernal por el calor que tiene color a pis y que sabe a eso… A levantamuertos. Y es que el pepesup no puede resolver problemas que son ajenos a un estómago resacoso, pero sí puede hacerte recuperar la lucidez para enfrentarte a la pura y dura realidad. Pero da igual, con o sin esa dictadura occidental llevada a cabo con maestría por un negro y en contra de otros negros, ayer vi por primera vez a mi país jugar un partido de fútbol como dios manda (no por fútbol, sino por las cámaras de eurosport…). Vi también a ese chico bubi que salió tras un buen pase en profundidad que metió con arte un tipo seguramente de la etnia yorubá, allá por Nigeria, y levantarla ante la salida del portero ¿Cucaracha, rata, drogadicto? de Libia. Golazo de la selección nacional. Primer gol marcado por un guineoecuatoriano en una competición de ese calibre, y como las cosas de la vida empiezan por pequeñeces, era lógico que no lo marcara un fang. Lo marcó Javier Balboa.

Quiero centrarme en el chico que nos ha dado la primera victoria en una fiesta continental, que encima se pagó con nuestro dinero y que se celebra cada dos años. Javier Balboa nació, según google, en España. Hijo de… y de… El joven creció en las calles esas que al parecer están repletas de chavales que te llaman negro, ya sea para reforzarte, o sea para derretirte en el país donde sus padres decidieron buscar cobijo porque en el país que les vió nacer a ellos no había ni dios que pudiese toserle al invasor llegado de la selva. No se sabe si el muchacho empezó a tratar a la pelota porque su sueño era vestir la elástica del Basilé Nacional, o se empeñó en jugar a la pelota para soñar con ser un Nzalang Nacional que adoptó ese nombre porque lo de Basilé sonaba demasiado «inferior» para los que impidieron a sus padres crecer entre el bijem o el botöi. Lo cierto es que si estudiamos detenidamente la historia, nos daremos cuenta de que el chico se metió a practicar su hobby en los inferiores del Real Madrid, creció entre Zidanes y Pavones, y marcó años después, esfuerzo incluido como currante, el primer gol logrado por un guineoecuatoriano-español en la Champions League. ¿Entienden verdad?, creemos que si. Si estudiamos la historia detenidamente, veremos que Javier, o Javi, soñó con ponerse otra elástica, roja, pero diferente a la que firma puma hoy en día.

Marcar un golazo así sirve para que te recuerden toda la vida. Pero para su desgracia, el país al que ha aupado a la gloria destruye los recuerdos que no provienen de la magnánime mente de su líder que hace de una antorcha su estandarte de la desgracia colectiva. Destruyen palacios del pueblo, destruyen historia y destruyen vidas. Y eso no es todo, están destruyendo todo lo que tenga que ver con España, de su época dorada entre los negros. Y si destruyen a España, destruyen por lo tanto lo que proviene de ese país que ahora ha entendido el mensaje yankee con el tercer mundo: «trátales como marionetas, sin escrúpulos y te dejarán que les robes impunemente bajo la inexistente bandera de la democracia» y se dedica a cerrar la boca, los ojos y los oídos a las llamadas de socorro (porque además les llegan en castellano…) de los negros ricos en crudo. Y Balboa es español… ¡Mal asunto!. También destruyen «asentamientos» como los milenarios Sipopo para construirse su propia historia basada principalmente en las ideas de un hombre que quiere pasar a la historia como el que firmó con Fraga la famosa cosa esa de la libertad bajo vigilancia cerrada y no otro que se dice así como su tío. ¡Y Balboa es bubi, mal asunto, muy mal asunto!. Y destruyeron Sipopo para levantar una cosa que está compuesta de una playa, un hotel, y un islote pequeño en donde puedes ver, y pagando, lo mismo que podrías ver, y gratis, si no fuesen por las infinitas barreras militares que te impiden llegar al corazón de una de las selvas más frondosas del mundo a las que les faltan ya varios árboles fruto de la sangría que lleva a cabo el hijo del hombre que quiere ser recordado como dinosaurio mientras su mujer en breve asumirá la gloria de haber marcado un gol en el estadio de Bata el día de ayer. El poblado de Sipopo con hermanos de Balboa, al menos en lo que a región se trata, vieron cómo el chico marcaba un golazo histórico en Rio Muni mientras ellos entraban en la historia de los bubis que «no tendrán página» en la Guinea Ecuatorial del dictador.

Y Javier marcó el golazo. Nosotros desde Tora Bora nos alegramos mucho por ese gol, pero reconocemos que nadie propuso festejarlo, que para eso ya están los que se fuman en serio las drogas engañosas que les ofrece la dictadura en forma de todo menos de libertad de expresión, de pensamiento y de acción. Bueno, tampoco es que importemos mucho nosotros en la historia. No por nada aceptamos que somos envidiosos y que pese a que vemos que el país ha dado un pequeño paso, no somos capaces de montar un sarao eufórico y patriota como dios manda por culpa de un maquillaje echo sin vergüenza alguna por parte de los que no respetan ni al menor de los seres que ayer quisieron festejar el golazo en libertad real. A todo eso nos preguntamos, ¿Qué le habrán contado sus padres a nuestro nuevo héroe nacional?. ¿Qué le dijeron cuando se preguntó del porque era un español con piel negra?. ¿Qué le dice un padre a sus hijos cuando siendo español por documento oficial ve como en su tierra se están ensañando con todos los mortales sin el carnet de un partido antorchónico?. Preguntas que Javier podría respondernos, pero imaginamos que el chico no está en Bata para hablar de política. No, nada de eso. Se ha ido al país del padre del tonto que le pagará 10.000.000 FCFA sustraídos, o mejor dicho, robados de los sudores de otros tantos Balboas, Ebueras, Sautó, Chicampo, Biaute, Sopale, etc, etc que jamás han visto que un bubi de la isla alcanza el rango militar de General. El chico no tiene la culpa, es, como lo son los colaboracionistas, los aduladores, los ténicos, y otros tantos, uno que ha venido a dejar el listón del país muy alto. Ha venido a defender los colores de la bandera nacional.

Y recibirá ese dinero, eso seguro. Un buen amante de los excesos como es el tonto del hijo del dictador siempre cumple su palabra. Además, 10 millones que no salen de su bolsillo son fáciles de entregar. Los tomará «prestados» del PDGE, y todos sabemos que el PDGE es la tapadera que cubre bajo paraguas legal a todos los ladrones del Estado que no entienden que en la historia que destruye el pasado, las cosas pequeñas son las que se acumulan para que algo grande se asome. Y Balboa, o nuestro querido Javier, acaba de marcar un gol en algo muy grande que se ha logrado destruyendo cosas tan pequeñas como la milenaria existencia de un poblado de Bioko llamado Sipopo. Y bien, recibirá sus millones, los repartirá entre familiares y si encima sigue marcando, se hará rico a costa de los sufrimientos de sus antepasados que yacen sin más historia en el suelo fértil de la isla sin entender que su existencia mortal solo sirva para trasladar sus restos en bidones a Houston. Javier ya ha hecho historia, y nosotros nos congratulamos con eso,

El dictador ha logrado convencer a muchos hermanos para que hagan creer al visitante de que la cosa es tal y como lo predica él por los mundos «Ya estamos a la altura de otras naciones». Eso no lo he acabado deentender muy bien. ¿De qué naciones habla?. Si nos fijamos bien en ese comentario burdo y malintencionado que sale de la boca de un impresentable, nos daremos rápidamente cuenta de que ese es el mayor engaño que se pueda escuchar de tantos otros mayores engaños que hacen que la historia del Jefe de Estado sea una baratija que no habrá que olvidar para no reincidir en el error. Las otras naciones a las que se compara nuestro amigo tienen cosas que hacen que nos alejemos, si no somos muy ignorantes, de su fanfaronia. Nos desplazamos a Gabón para poner un ejemplo ex-aequo. Todo lo que vaya a acontecer durante la Copa de África de Naciones 2012 en ese país, será publicado diariamente y con todo lujo de detalles por la prensa escrita del país, por los medios audiovisuales y por todos los actores lejanos al régimen monárquico de los Bongo. Por lo que, si no nos sorprende la GACETA de Nze Nfumu con una historia semanas después del golazo del chico bubi, o que nos lo recuerde «Los anuncios» gratuitos de Medias Communication un mes más tarde, creo que la famosa frase de la «altura de las otras naciones» se les muere por una mínima diferencia de 1:30 minutos, que es lo que dura un viaje en avión entre Malabo y Libreville. ¿De qué altura pues están haciendo referencia?. ¿Es que acaso como las cosas pequeñas tipo las nipas, los poblados bubis como Sipopo, historias del palacio del pueblo, del ex ayuntamiento de Malabo o los cientos de campos de fútbol que habían abundando en la isla y que ya no están porque el fútbol no da dinero deben ser eliminadas para que nos alegren los ojos grandezas como la basílica de Mongomo, y así nos valorarán en países como Algeria que tiene hasta un festival de comic?. ¿Cuál es esa altura a la que gustan de hacer referencia?. Pues miren, a eso nos referimos cuando decimos que Obiang con el torneo éste adjudicado ya a un bubi como Balboa, va a lograr que de verdad los guineoecuatorianos más radicales, incluidos los más cosidos de boca, crean en serio que ya estamos en esa altura de la que sólo se cae cuando la mente empieza a funcionar correctamente.

Y bueno, ya dicho lo que nos daba la gana, proseguimos con la parte que más os gusta de nuestras cartas de LOCO ¡El cierre!. Y cerramos pidiendo perdón a la inmensa mayoría de nuestros seguidores que por unos momentos se encontrarán en trance patriótico futbolístico nacional. Les pedimos que no nos lean resaca en vena, ya que eso podría provocar que nos tachen de una cosa que no somos: Tontos. Y por favor, que sepan que si es por fútbol, vamos muy servidos. La Copa de África es una competición que sólo sirve para que algunos negros logren emigrar a Europa sin usar pateras, y que otros puedan regresar a casa con el híbrido Bentley que no puede soportar baches. No es que la despreciemos, pero hay que ser realistas, el partido inaugural de cualquier edición de la CAN se calcula procurando que no coincida con ningún derby occidental como sería un Barça-Madrid (hagan una prueba el miércoles…). Estamos contentos que se celebre la cosa entre Gabón y Guinea Ecuatorial, pero no estamos contentos con las ventajas que sabemos que sacarán ojos para dentro los mismos que joden nuestras vidas hoy con la droga del fútbol, y que nos la joderán mañana, pasados los goles. No sabemos qué es lo que va a pasar. Es posible que Guinea Ecuatorial se alce con el trofeo. Pero será un trofeo que no nos dirá nada. No hasta al menos que veamos que nuestros clubes nacionales recuperan su hegemonía robada por culpa del dichoso petróleo. Y para cerrar ya definitivamente, recordarles que pese a todo lo vivido con pasión, ayer vimos sobre el terreno de juego del partido inaugural a dos tipos de seres. Unos que corrían detrás de unos millones robados a su pueblo, y otros que corrían detrás de una pelota que les había sido negada por un tipo que tenía el mismo líquido para trueque que el capullo que le sustituyó como EL DICTADOR MÁS VIEJO DEL MUNDO EN AÑOS DE PODER ABSOLUTO. Los libios jugaron con mucha libertad. Otros lo hicieron pensando en allanar el camino al dictador que en breve maquillará su imagen con ese tono púrpura que no le ha ayudado jamás a pasar desapercibido entre los que piden que se deje de marcar golazos inútiles a los pueblos.

Nsé, de antipatriota nada, soy realista. ¡VIVA LA SELECCIÓN NACIONAL!.

Autor

  • Nse, Ramón

    Nse Ramón o Ramón Esono Ebalé (alias Jamón y Queso) es un artista guineoecuatoriano nacido en Nkoa-Nen Yebekuan (Mikomeseng-Kie Ntem) en 1977 y residente en Malabo desde 1982. Dibujante e ilustrador autodidacta, compagina su pasión por el dibujo y el cómic con su trabajo de grafista. Actualmente es el grafista titular del Centro Cultural de España en Malabo y como dibujante de cómics ha ganado varios premios y certámenes internacionales como el concurso "Regarde 9", en el Festival Internacional de BD de Angulema (Francia), el premio obtenido en Cocobulles, Costa de Marfil con el trabajo "Le réveil d'Akoyo". Ha expuesto en los Centros Culturales Francés y Español en Malabo y Bata, en el Feshcary (Camerún) y en diversas galerías de Europa, América y Estados Unidos. El artista ha iniciado diferentes proyectos para organismos internacionales que operan en Guinea Ecuatorial realizando carteles e ilustraciones para la campaña de la Unión Africana en fomento de la Juventud y sus Derechos de la Organización de la Unión Africana.

    Participó en ARCO2010 con dos series ácidas y corrosivas sobre las dictaduras y la corrupción

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