¿Un café?

19/11/2014 | Crónicas y reportajes

Expreso, turco, con leche, frappé, cortado, ¿qué más?. Mucho más. Las expresiones utilizadas para describir esta bebida negra, tan popular, son interminables. El café es, por ejemplo, la bebida más consumida en Francia después del agua y es una institución en muchos países. Pero, ¿de dónde viene? ¿Cómo se prepara? ¿Cuáles son sus virtudes y sus peligros?

Introducido en Europa en el siglo XVII, el café tiene sus raíces en África. Según una leyenda, un pastor abisinio, llamado Kaldi, fue el primero en descubrir el efecto tonificante de esta bebida, en la provincia de Kaffa en Etiopía. Se dio cuenta de lo agitadas que estaban algunas cabras de su rebaño que comían unas bayas rojas. Este pastor quemó accidentalmente una rama de estas bayas y el aroma era tan delicado que convirtió en costumbre el hecho de moler los granos y prepararlos como una infusión. Había nacido el café.

De Etiopía, la técnica se exportó a Arabia Saudita y al Medio Oriente. Los musulmanes, primeros fans del café, lo introdujeron, en el siglo XVI, en el norte de África. Una vez en Egipto, las semillas de café navegaron en las bodegas de los barcos por el Mediterráneo, Persia, Turquía y también Europa a través de los mercaderes venecianos. El café fue adoptado, inmediatamente, por los monjes italianos debido a su capacidad de mantener la mente despierta. Ya en el siglo XVII, esta apreciada planta fue exportada, por los europeos, a América, donde los nativos americanos y los esclavos africanos fueron obligados a cultivarla.

Un estimulante muy eficaz

Si el café es un estimulante, es debido a la cafeína. Esta molécula, que en su forma pura, es un polvo blanco extremadamente amargo, aumenta la frecuencia cardíaca y provoca una sensación de “alerta”. Consumido en grandes cantidades, el café puede causar una dependencia física real, provocando insomnio y nerviosismo. Pero para aquellos que no lo deben tomar pero no pueden resistirse al poder fascinante de esta antigua bebida, tenemos el café descafeinado. Sólo hace falta añadir una etapa más al proceso de torrefacción.

La fase de tostar los granos de café es crucial para el resultado final. Primero los granos calentados cambian de verde a marrón, más claro o más oscuro dependiendo de la temperatura y el tiempo de cocción. A continuación, se muelen con gran delicadeza. Después de eso, ya se puede dar paso libre a las diferentes tradiciones y gustos: los turcos le añaden azúcar y agua, los italianos lo prefieren menos denso…

Una próspera economía

¿Largo o corto? La pregunta debería ser más bien: ¿arábica o robusta? A pesar de que hay 60 tipos diferentes de café, son estos dos los únicos que se cultivan hoy en día. Según la Organización Internacional del Café, esta industria sostiene a más de 125 millones de personas en todo el mundo. Se trata de un recurso muy importante en África y especialmente en Uganda, Costa de Marfil y Etiopía.

El café es el segundo producto más comercializado en el mundo después del petróleo.

[Fuente: afrik-cuisine.com-Fundación Sur]

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