Un año de guerra implacable en Sudán y sin final a la vista

16/04/2024 | Crónicas y reportajes

 

La guerra en Sudán entre el ejército nacional, comandado por el general Abdel-Fattah Burhan, y las famosas Fuerzas de Apoyo Rápido, comandadas por el general Mohammed Hamdan Dagalo, cumplió un año el día 15 de abril.

Miles de personas han fallecido en este país africano a consecuencia de la guerra, que ha obligado a ocho millones de personas a huir de sus hogares a zonas más seguras dentro de Sudán o a países vecinos, según cifras de Naciones Unidas.

Además las condiciones precarias y la falta de ayuda están llevando a Sudán al borde de la hambruna. La seguridad alimentaria se ha convertido en la «mayor preocupación» para las agencias humanitarias que trabajan en Sudán, según Justin Brady, jefe en Sudán de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA según sus siglas en inglés).

En una entrevista, Brady informó que la cosecha de este año fue al menos un 4 % menor que la del año pasado, y agregó que el mes pasado recibieron dos advertencias creíbles de hambruna en el país.

Hambruna no es una palabra que nosotros, como humanitarios, utilizamos a la ligera. Es algo que está reservado, en realidad, para las situaciones más extremas. Y me temo que ahí es donde se encuentra el pueblo sudanés”, afirmó Justin Brady.

Esta agencia de la comunidad internacional, para determinar la gravedad de las crisis de hambre, advirtió el mes pasado que es necesaria una acción inmediata para “prevenir muertes generalizadas y el colapso total de los medios de vida, y evitar una crisis de hambre catastrófica en Sudán”.

La Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC según sus siglas en inglés) informó que las condiciones de seguridad y la falta de acceso hicieron que la agencia no pudiese actualizar su evaluación de diciembre, cuando descubrió que 17,7 millones de personas en Sudán enfrentaban inseguridad alimentaria aguda; de ellos unos 5 millones están a un paso de la hambruna.

Brady comunicó que recibieron informes sobre personas que murieron de desnutrición y otras que comieron hojas de árboles o solo comieron una vez cada tres días. Describió la situación humanitaria en Sudán como “muy oscura” y agregó que “esto se va a poner muy feo muy rápidamente, si no conseguimos superar los ingentes desafíos tanto de recursos como de acceso”.

Brady realizó un llamamiento a la comunidad internacional para que presione a las partes en conflicto para que dejen de luchar, recauden fondos para el plan de respuesta de la ONU -que este año sólo está financiado en un 5 %- y permitan el acceso a las zonas más afectadas en Jartum, Darfur y la región de Kordofán con el fin de ayudar y revertir el curso del desastre antes de que sea demasiado tarde.

No estamos hablando sólo de personas que potencialmente morirán por decenas o cientos de miles en las próximas semanas y meses. Se trata realmente de una situación delirante y agotadora para Sudán en el futuro”, afirmó.

Desde que comenzó la guerra, la producción de alimentos se ha desplomado, las importaciones se han estancado y los precios de los alimentos básicos se han disparado un 45 % en menos de un año, según informes de la OCHA.

El movimiento de alimentos en todo el país, particularmente hacia áreas rurales y remotas donde vive la mayoría de la gente, también se ha visto severamente restringido debido al conflicto, lo que ha llevado a más del 37 % de la población a niveles de hambre superiores a los de la crisis, reveló la OCHA en un informe reciente.

Dieciocho meses antes de la guerra, tanto Burhan como Dagalo lideraron un golpe militar y hundieron al país en el caos. Derrocaron a un gobierno civil, reconocido internacionalmente, que se suponía dirigiría la transición democrática del país, después del derrocamiento militar en 2019 del dictador Omar al-Bashir en medio de un levantamiento popular contra sus tres décadas de gobierno respaldado por los islamistas.

El golpe de Estado y la guerra fueron una dura realidad para las esperanzas de los sudaneses que deseaban un gobierno democrático, después de décadas de gobierno militar e islamista, que convirtieron a Sudán en un estado paria durante décadas.

Expertos de las Naciones Unidas señalaron en un informe al Consejo de Seguridad de la ONU a principios de este año que Darfur está experimentando «su peor violencia desde 2005«.

Fuente: Africanews

[Traducción y edición, Jesús Zubiría]

[CIDAF-UCM]

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