Un grupo militante somalí relacionado con al Qaeda es el sospechoso de los dos ataques bomba que tuvieron lugar en la capital de Uganda, Kampala, en los que murieron 74 personas que estaban viendo la final del mundial de fútbol, el domingo día 11 de julio, entre España y Holanda, aunque todavía no han reclamado la autoría. El presidente de Uganda ha prometido perseguir a los responsables y el vicepresidente ha asegurado que Uganda no va a retirar sus tropas de Mogadiscio por estos ataques.
Las explosiones se produjo dos días después de que un comandante del grupo somalí, llamado al Shabaab, pidiera a los militantes que atacasen lugares en Uganda y Burundi, dos naciones que contribuyen con tropas a la misión de paz de la Unión Africana en Somalia.
Los ataques también aumentan el temor por la capacidad de al Shabaab, grupo considerado como organización terrorista por Estados Unidos. Si se confirma que este es el grupo que perpetró los ataques, será la primera vez que al Shabaab ataca fuera de Somalia.
En Mogadiscio, Somalia, Sheik Yusuf Sheik Issa, comandante de al Shabaab, declaró a la Associated Press, el día 12 de julio, que estaba contento por los ataques en Uganda, pero se negó a confirmar o negar la responsabilidad de su grupo. “Uganda es uno de nuestros enemigos. Cualquier cosa que los haga llorar, nos hace felices. Que la ira de Alá caiga sobre aquellos que están contra nosotros”.
El jefe de policía de Kampala, Kale Kaihura, ha declarado que cree que al Shabaab podría ser el responsable.
Por otra parte, una ONG con sede en California, ha declarado que entre las víctimas mortales hay un trabajador americano. Además la policía ha confirmado que entre las víctimas mortales y heridas, hay etíopes, indios y congoleños.
El portavoz del gobierno de Uganda, Fred Opolot, dijo el día 12, que hay indicios de que los dos ataques bomba fueron causadas por dos suicidas.
Una de las explosiones tuvo lugar en el club de rugbi, mientras la gente veía el partido entre España y Holanda en una pantalla gigante, donde murieron 49 personas, Otra ocurrió en un restaurante, el Ethiopian Village, donde murieron otras 15, según las primeras cifras.
El presidente de Uganda visitó los dos lugares de los ataques al día siguiente, el 12 de julio, y declaró que los terroristas que estén detrás de estos ataques deberían combatir con los soldados y no contra “gente que sólo está pasando un buen rato”.
“Iremos tras ellos vengan de donde vengan. Los perseguiremos y los cogeremos, como siempre hacemos”, dijo el presidente.
El portavoz del ejército ugandés, Felix Kulayigye, dijo que era demasiado temprano para especular sobre cualquier respuesta militar a los ataques.
El presidente de Somalia ha condenado los ataques y los ha descrito como “bárbaros”.
Al Shabaab, que lucha por derrocar al débil gobierno somalí, respaldado por la ONU, tiene conexiones con al Qaeda. Al Shabaab también cuenta con militantes veteranos de la guerra de Irak, Afganistán y Pakistán, entre sus filas. Este grupo ha llevado a cabo múltiples atentados suicida en Somalia.
Etiopía que ha combatido dos guerras con Somalia, es un enemigo de al Shabaab y otros militantes somalíes, que acusan a su país vecino de intromisión en los asuntos de Somalia. Etiopía tuvo tropas en Somalia entre diciembre de 2006 y enero de 2009, para apoyar al frágil gobierno de Somalia contra la insurgencia islamistas.
Además de las tropas de Uganda en Mogadiscio, Uganda también acoge a soldados somalíes entrenados por programas de Estados Unidos y la Unión Europea.
El portavoz de la Casa Blanca ha declarado que su gobierno está preparado para prestar cualquier ayuda que sea necesaria al gobierno de Uganda.
Algunos funcionarios afirman que estos ataques no afectarán a la cumbre de la Unión Africana que se va a celebrar en Uganda entre el 19 y el 27 de julio, a la que se espera que asistan muchos jefes de estado y de gobierno africanos.
(News 24, 12-10)