Uganda declaró hoy el fin del brote de ébola, menos de tres meses después de que se confirmara el virus en su capital, Kampala.
Durante este brote, se reportaron 14 casos: 12 confirmados y dos probables (no confirmados mediante pruebas de laboratorio). Se produjeron cuatro muertes: dos confirmadas y dos probables. Diez personas se recuperaron de la infección. Se identificó a un total de 534 personas que estuvieron en contacto con los casos confirmados y probables, quienes fueron monitoreadas de cerca.
El último paciente confirmado recibió el alta el 15 de marzo de 2025, lo que dio inicio a la cuenta regresiva de 42 días para declarar oficialmente el fin del brote, de acuerdo con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este fue el segundo brote de ébola en Uganda en menos de tres años. Se confirmó el 30 de enero de 2025. La amplia experiencia del país en la gestión de brotes permitió una respuesta rápida, coordinada y eficaz.
Con el apoyo de la OMS y sus socios, el Ministerio de Salud activó las estructuras nacionales de coordinación, desplegó equipos de respuesta rápida, fortaleció los sistemas de vigilancia y estableció unidades de tratamiento. Se reforzaron las medidas sanitarias fronterizas, especialmente en Kampala y en los puntos de entrada, para prevenir la transmisión transfronteriza.
La OMS movilizó a más de 130 funcionarios nacionales e internacionales para apoyar la respuesta en las áreas de investigación de casos, rastreo de contactos, diagnóstico de laboratorio y gestión de casos. Se analizaron más de 1500 muestras y la OMS proporcionó logística, capacitación y control de calidad para garantizar la bioseguridad.
La OMS también facilitó el despliegue de Equipos Médicos de Emergencia y antropólogos para reducir el estigma, generar confianza y trabajar con las comunidades afectadas, lo cual fue fundamental para impulsar el cambio de comportamiento.
“Este brote nos planteó nuevos desafíos. Afectó tanto a comunidades urbanas como rurales de todo el país y se desarrolló en un contexto de importantes limitaciones de financiación mundial”, declaró el Dr. Chikwe Ihekweazu, director regional interino de la OMS para África. La respuesta demostró el liderazgo de larga tiempo de Uganda en la lucha contra las emergencias de salud pública. Como OMS, nos sentimos sumamente orgullosos de haber apoyado estos esfuerzos en cada etapa del proceso. La cepa de ébola contenida en Uganda pertenece al subtipo de la enfermedad del virus de Sudán (EVP). Esta cepa es una enfermedad grave, a menudo mortal, que afecta a humanos y otros primates. En brotes anteriores, la EVP causó la muerte de 4 de cada 10 personas infectadas.
A pesar de la ausencia de contramedidas autorizadas contra esta especie de ébola, las vacunas candidatas se encuentran en diversas fases de ensayos clínicos. Cuatro días después de la declaración del brote por parte del gobierno, se inició un ensayo clínico aleatorizado para evaluar la seguridad y eficacia de la vacuna mediante la vacunación en anillo. Además, se inició la administración del tratamiento con remdesivir bajo el protocolo de Uso Monitorizado de Emergencia de Intervenciones No Registradas y Experimentales (MEURI).
“El liderazgo y la resiliencia de Uganda fueron cruciales para contener este brote”, declaró el Dr. Kasonde Mwinga, Representante de la OMS en Uganda. La OMS colaboró estrechamente con el Ministerio de Salud, desde el primer día, desplegando su experiencia, proporcionando suministros esenciales y garantizando la investigación de cada caso sospechoso. El pueblo de Uganda ha demostrado una determinación extraordinaria.
Aunque el brote ha terminado, el Ministerio de Salud, con el apoyo continuo de la OMS y sus asociados, seguirá invirtiendo en vigilancia, atención a los supervivientes y preparación para garantizar que Uganda siga siendo segura.
* Más información OMS África: Enfermedad por el virus de Sudán – Uganda