Tuit urgente en un pueblo de Kenia: «Ayuda, oveja desaparecida»

22/02/2012 | Crónicas y reportajes

Cuando el jefe del gobierno de un pueblo situado al oeste de Kenia recibió una llamada urgente a las cuatro de la madrugada, en la que se le alertaba de que unos ladrones estaban asaltando la casa de un profesor del colegio, envió un mensaje por Twitter.

En unos minutos los habitantes de este pueblo de viviendas de piedra se reunieron frente a esa casa y los matones huyeron.

«Mi esposa y yo estábamos aterrorizados —relató el profesor Michael Kimotho—, pero la alarma creada por el jefe nos ayudó».

El tuit de Francis Kariuki es sólo el último de los intentos de mejorar la vida del pueblo a través del uso de los microblogs en Twitter. Kariuki escribe con frecuencia tuits sobre niños y animales de granja perdidos y así muestra que el poder de las redes sociales llega incluso a un polvoriento pueblo africano situado a 160 quilómetros al oeste de la capital (Nairobi): Lanet Umoja.

«Hay desaparecida una oveja marrón y blanca que lleva alrededor del cuello una cuerda de nailon; es del padre de Mwangi» es uno de sus más recientes tuits escrito en swahili. Al poco, la oveja fue recuperada.

Kariuki dijo que incluso los ladrones de su pueblo le siguen en Twitter. A principios de este año tuiteó sobre el robo de una vaca que posteriormente se encontró abandonada atada a un poste.

La página oficial de Kariuki en Twitter tiene 300 seguidores, pero este antiguo profesor calcula que miles, de los veintiocho mil residentes de la zona, reciben directa e indirectamente sus mensajes. Dice que muchos de sus electores, la gran mayoría agricultores de subsistencia, no pueden permitirse comprar un smartphone, o teléfono inteligente, pero sí que pueden acceder a los tuits a través de aplicaciones de terceros; otros los reenvían a través de mensajes de texto al móvil.

Según Kariuki: «Twitter ayuda a ahorrar tiempo y dinero. Ya no tengo que escribir ni cartas ni imprimir unos carteles que conllevan un gasto de tiempo en su distribución y que resultan caros».

Un estudio reciente revela que Twitter está experimentado un gran crecimiento en África. Se dice que los sudafricanos lo usan más que nadie, si bien Kenia ocupa el segundo lugar en su uso en todo el continente.

La investigación de la agencia Portland Communications con sede en Kenia y de Tweetminster descubrió que en los últimos tres meses de 2011, los kenianos escribieron casi 2,5 millones de tuits. Más del 80% de los encuestados en la investigación dijeron que usaban Twitter para comunicarse con los amigos y un 68%, para seguir las noticias.

Beatrice Karanja, directora de Portland Nairobi, dijo que los resultados demuestran que el uso de Twitter es parte de una revolución para aquellos gobiernos que quieran abrir un diálogo con los ciudadanos y para aquellos negocios que quieran comunicarse con los consumidores.

Cuando en diciembre un hombre de casi sesenta años en el pueblo de Kariuki cayó en el hueco de una letrina fueron los tuits de este jefe de gobierno los que movilizaron a la gente de la zona y lo salvaron.

Rachel Bremer, una portavoz de Twitter, declaró que su compañía no conocía a Kariuki ni el uso tan innovador que hacía de Twitter, pero lo definió como «magnífico». Prosigue diciendo que «nos sorprendemos constantemente de las formas en que la gente usa Twitter para comunicarse».

La compañía tiene una página web destinada a explicar historias sobre los usos especiales que se le da a Twitter. En esta página se destaca cómo un hombre en Paquistán tuiteó en directo el asalto que mató a Osama Bin Laden, cómo un padre y una hija se reunieron tras once años, y cómo un hombre consiguió fondos para salvar la vida de un perro.

Erik Hersman, cofundador de Ushaidi (una compañía de tecnología sin ánimo de lucro internacionalmente aclamada) declaró que el uso de Twitter por parte de Kariuki es un muy buen ejemplo de que los kenianos, incluso en las zonas más remotas, se adhieren a las redes sociales. Prosigue diciendo que «si un jefe de gobierno en el interior de Kenia es capaz de usar e influir sobre sus electores a través de herramientas como Twitter, no tardaremos en ver un enorme movimiento en el país con este tipo de redes sociales».

Kariuki, de cuarenta y siete años, dijo que ha sido capaz de reducir la tasa de delincuencia de casi una noticia diaria sobre robos en casas a ni un solo crimen de este tipo en las últimas semanas en Lanet Umoja. Utiliza también Twitter para enviar mensajes de esperanza dirigidos en particular a jóvenes y desempleados.

«Seamos el tipo de personas que hacen el bien a otros independientemente de si somos recompensados o no, e independientemente de si nos dan las gracias o no» rezaba un tuit reciente.

Según Kariuki, su uso de Twitter responde a querer promover la paz mientras Kenia se prepara para tener otras elecciones presidenciales el año que viene; es la primera vez, desde la violencia postelectoral de 2007 y 2008, en la que murieron más de mil personas en el país.

Kariuki nos confiesa que cuando fue nombrado el jefe de gobierno de Lanet Umoja se preguntó cómo podría resolver los problemas de la región, lo primero fue el tema de las infraestructuras de comunicación tan pobres en la región. Según sus palabras, está estableciendo unas directrices que lo ayuden a cribar la información que recibe y así evita enviar tuits incorrectos.

Como dice Kariuki: «la información es poder, pero también puede ser destructiva. Lo que intentamos es minimizarla».

16/02/2012

Sudáfrica (Times Live)

Traducido para Fundación Sur por Rocío Murillo.

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