La violencia en la ciudad central de Nigeria de Jos, decreció el lunes, día 18 de enero, según la policía, un día después de que al menos 12 personas resultaran muertas en los enfrentamientos entre bandas de musulmanes y cristianos.
No se ha producido ningún enfrentamiento durante la noche, pero el toque de queda sigue instaurado, para relajar las tensiones y evitar que se repitan los enfrentamientos como los del pasado mes de noviembre, en los que murieron cientos de personas.
“La situación está bajo control. No sé por qué algunas personas no quieren la paz en el estado de Plateau”, explica George Anyating, un comisario de policía estatal.
Los residentes aseguran que la violencia del domingo, día 17 de enero, estalló por una discusión sobre la reconstrucción de las casas destruidas en los enfrentamientos de 2008, que fueron los más violentos de hace muchos años entre musulmanes y cristianos del país más poblado de África.
Nigeria tiene aproximadamente el mismo número de cristianos que de musulmanes, aunque la fe de muchas personas se basa en las creencias animistas.
Más de 200 grupos étnicos por lo general siempre habían vivido pacíficamente juntos, en Nigeria, aunque la guerra civil entre 1967 y 1970 dejó más de un millón de muertos, y se producen disturbios religiosos de vez en cuando desde entonces.
Al menos 40 personas resultaron muertas en los enfrentamientos del mes pasado, entre las fuerzas de seguridad de Nigeria y miembros de una secta islámica de la ciudad del norte de Bauchi.
(Daily Nation, Kenia, 18-01-10)