El acceso de la población al agua potable sigue siendo un gran reto para las autoridades togolesas. En Lomé, por ejemplo, donde las necesidades se estiman en 77.000 m3 por día, sólo hay 60.000 m3 disponibles. En 2016, esta deficiencia, de acuerdo con los servicios hidráulicos, debería estar subsanada.
Las torres de agua de Bé y de la Universidad de Lomé están en fase de rehabilitación con financiación de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD).
Togo también cuenta con construir un oleoducto para transportar el agua potable de Sogakope, en Ghana, hasta la ciudad de Lomé. Un proyecto apoyado por el Fondo Africano del Agua (FAE) y los gobiernos de los dos países.
Pero la capital no es la única afectada. En las zonas rurales, está previsto este año instar 2.200 bombas manuales y la construcción o renovación de 2.300 pozos
El sector cuenta con un presupuesto de casi 29 millones de francos CFA.
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