Un desarrollo sostenible requiere una gobernanza responsable, que depende del compromiso democrático de los pueblos.
El proyecto más realista e integral de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), firmado por 193 países, (la ONU), en 2015, se sigue implementando de forma parcial y limitada, debido no solamente al estancamiento de la gobernanza en África y en los otros Continentes, sino sobre todo a causa del reducido compromiso democrático, de los jóvenes y de la sociedad.
Analizando brevemente el proceso político-económico vivido recientemente por varios países africanos, como: Burkina Faso, Malí, Níger, RDC, Sudán, Uganda, Kenia, Etiopía, etc., y a la luz de Informes, como: Mo Ibrahim, la ONU, Fenosa, etc., podemos afirmar que si la calidad de la Gobernanza se ha estancado es fundamentalmente porque la motivación y compromiso democráticos, sobre todo de los jóvenes, aunque también de la sociedad en general, se van apagando y quedando irrelevantes.
El crecimiento y actividad de los movimientos de jóvenes, estudiantes y trabajadores de las últimas décadas en unos 32 países africanos nos llevó a depositar la mayor esperanza en estos movimientos juveniles, para una cierta renovación democrática en África y en otros continentes. La mayor implicación de las mujeres africanas era y es también motivo de nueva esperanza.
De hecho, varios países como Burkina Faso, Malí, Sudán, Uganda, RDC, Tanzania, etc., dieron ejemplo de un compromiso popular y valiente para defender la Constitución, la democracia y una economía más justa. Frente a los ejércitos controlados por los dictadores, numerosos jóvenes dieron su vida por defender pacíficamente a su país, como lo observamos en Uganda en distintas manifestaciones pacíficas.
En estos tiempos, parece que el fuego democrático de los jóvenes y de la sociedad en general se va apagando. El cansancio y el desánimo nos pueden llevar hacia la pasividad y la indiferencia. La prosperidad de África está relacionada con la auténtica democracia, el respeto de la Constitución y de los derechos humanos. Con dictaduras militares no existe un progreso sostenible. Numerosos países africanos no condenaron la invasión rusa de Ucrania por sus propios intereses en la ayuda económica y militar de Rusia y China.
Los conflictos de grupos armados van aumentando en África debido al saqueo de los abundantes recursos naturales y minerales por empresas extranjeras, y esto tiene lugar con la complicidad de los gobiernos militares regionales. Esta invasión de sus tierras causa la salida de millones de desplazados y hasta la muerte de miles de migrantes.
Al mismo tiempo, sabemos que la esperanza y el poder residen solo en los Pueblos y sociedades de cada región y país. Necesitamos pues renovar y alimentar el fuego democrático y el compromiso en favor de la dignidad humana y de un desarrollo más sostenible, con una gobernanza responsable y una democracia real. Aquí contamos con diferentes medios para el empoderamiento mutuo por el bien común, ante todo por medio de programas educativos de calidad, que tanto necesitamos en nuestro sistema educativo y en los medios de comunicación. Tanto como por mejorar la economía de una sociedad, nos deberíamos preocupar y trabajar por la justicia social, la cultura integral y por la educación en valores humanos de cada pueblo y nación.
Todos estamos involucrados en este proceso de empoderamiento mutuo para cuidar mejor a las personas sin techo, tierra y trabajo, y para garantizar una vida digna para todos, un desarrollo sostenible y una convivencia pacífica de todas las culturas, razas y pueblos. Toda auténtica transformación procede de abajo, no de arriba.
CIDAF-UCM