Las relaciones diplomáticas entre Mauritania y Mali atraviesan una disputa, después de la retirada del embajador mauritano en Bamako, a raíz de la liberación por parte de las autoridades malienses de un presunto terrorista mauritano para favorecer la puesta en libertad de un rehén francés por parte de elementos de Al Qaeda del Magreb islámico.
Mali liberó en la noche del domingo al lunes a cuatro presuntos islamistas, juzgados y condenados a nueve meses de prisión por posesión ilegal de armas, un mauritano, dos argelinos y un burkinés.
Nuakchot, que ha acusado a Mauritania de actividades terroristas y de acoger a Al Qaeda del Magreb Islámico, había reclamado desde hace unas semanas su extradición, sin éxito.
Argelia había presentado la misma petición ante Bamako para sus dos ciudadanos.
El ministro mauritano de Asuntos Extranjeros y de Cooperación, ha calificado en un comunicado, la decisión del tribunal de Bamako como una “medida sorprendente, la segunda de ese tipo, según la cual las autoridades de Mali relacionan a un ciudadano mauritano con una organización terrorista”.
Calificando de “controvertidas” las circunstancias en las cuales tiene lugar la medida de liberación de los terroristas, Mauritania considera que es “perjudicial” para las relaciones entre los dos países, en materia de cooperación judicial y de la coordinación en materia de seguridad.
Por todo esto, el embajador de Mauritania en Mali ha sido llamado a “consultas”.
Para los observadores, la condena de estos cuatro individuos a condenas leves por “posesión ilegal de armas” sería el resultado de las presiones de Francia para salvar la vida del rehén Pierre Camatte, secuestrado en el norte de Mali, por el Al Qaeda del Magreb islámico, que condicionaría su liberación a la de sus miembros detenidos en Bamako.
Otros ciudadanos occidentales, españoles e italianos, que fueron secuestrados en noviembre y diciembre de 2009, continúan en poder de la organización terrorista, en el norte de Mali.
(Afrique en Ligne, 24-02-10)
