Tanzania ha prohibido todas las importaciones agrícolas de Sudáfrica y Malaui, en el último episodio de una creciente disputa comercial entre estos tres países del África austral.
«Tomamos esta medida para proteger nuestros intereses comerciales. Esto son negocios; en los negocios todos debemos respetarnos mutuamente«, declaró el 23 de abril el ministro de Agricultura de Tanzania, Hussein Bashe, al confirmar la medida.
Sudáfrica ha prohibido durante años la entrada de plátanos procedentes de Tanzania. Malaui, que comparte frontera con Tanzania, ha bloqueado las importaciones de harina, arroz, jengibre, plátanos y maíz de su vecino del norte.
Los esfuerzos diplomáticos para resolver los prolongados problemas comerciales han fracasado hasta el momento, pero Bashe afirmó que se están manteniendo nuevas conversaciones.
Las exportaciones sudafricanas a Tanzania de diversas frutas, como manzanas y uvas, se verán afectadas. Mientras tanto, Malaui, un país sin litoral que ha dependido de los puertos tanzanos para transportar sus exportaciones, como tabaco, azúcar y soja, al resto del mundo, tendrá que desviar el transporte de sus mercancías.
La prohibición de Malaui a la importación de ciertos productos, anunciada en marzo, fue concebida como una medida temporal que abarcaba las mercancías de todos los países para proteger a los productores locales, según las autoridades de su capital Lilongüe.
«Es una medida estratégica para crear un entorno donde las empresas locales puedan prosperar sin la presión inmediata de la competencia extranjera«, declaró entonces el ministro de Comercio de Malaui, Vitumbiko Mumba.
El ministro de Agricultura de Tanzania afirmó que la medida tomada por Malaui había «afectado directamente» a los comerciantes de su país y calificó las restricciones de «injustas y perjudiciales«.
Al confirmar la prohibición de las importaciones, Bashe aseguró a los tanzanos que esa medida no amenazaría su seguridad alimentaria. «Ningún tanzano morirá por falta de uvas o manzanas sudafricanas«, declaró, y añadió que «estamos tomando estas medidas para proteger los intereses de Tanzania«.
Los gobiernos de Sudáfrica y Malaui aún no se han pronunciado sobre la prohibición. Pero el desacuerdo ya parece estar afectando a los flujos comerciales entre los tres países, todos ellos miembros de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), un organismo regional político, económico y de seguridad.
El día 19 de abril Bashe publicó un video en redes sociales que mostraba una pila de plátanos podridos en un camión varado en la frontera con Malaui, afirmando que a Tanzania le resultaba difícil tolerar esta tendencia.
Malaui se ha convertido en un mercado cada vez más importante para los productos tanzanos en los últimos años, con exportaciones que se triplicaron entre 2018 y 2023, según cifras oficiales tanzanas.
Sin embargo, si bien Tanzania puede buscar mercados alternativos como Kenia, Namibia y Sudán del Sur, a Malaui podría resultarle más difícil sacar sus productos del país.
Gran parte de sus exportaciones pasan por el puerto tanzano de Dar es-Salam, al igual que las importaciones esenciales como combustible y maquinaria.
Perder el acceso a Dar es-Salam probablemente obligaría a Malaui a cambiar los envíos a través de los puertos mozambiqueños de Beira y Nacala, opciones que podrían resultar más costosas. Bashe argumentó que la prohibición no pretendía provocar una guerra comercial, sino proteger los intereses de Tanzania.
«Tanzania no seguirá permitiendo que persista la desigualdad en el acceso al mercado a expensas de su población«, afirmó.
Fuente: BBC News
[Traducción y edición, Jesús Zubiría]
[CIDAF-UCM]
