Más de la mitad de la población de Níger, y su ganado con ella, está amenazada por la hambruna consecuencia de la sequía que ha afectado gravemente a la cosecha agrícola de la temporada anterior. La Organización de las Naciones Unidas calcula que 7 millones de nigerinos están afectados por esta penuria alimentaria.
Esto significa que, ahora, la crisis alimentaria no podría ser más alarmante. En estas circunstancias las primeras víctimas son los niños de las familias pobres.
Según ciertas fuentes, se han registrado más de 450.000 personas que están amenazas por esta hambruna en el presente. Esta es la situación que prevalece en Níger, y que el coronel Mamadou Tandja, cuando estuvo al frente de los asuntos del país, no quiso admitir.
Mientras que las ONG declaraban que los graneros estaban vacíos, aquí se afirmaba por todo lo alto, como si se refiriese a un país que no era Níger, que los silos estaban repletos de cereales, con un excedente de miles de toneladas.
Recordemos que con la llegada del Consejo Supremo para la Restauración de la Democracia, CSRD, el 18 de febrero de 2010, el jefe militar de la junta, Salou Djibo, dijo que la palabra “hambre” había dejado de ser tabú en Níger.
Así, el pasado 10 de marzo, los nuevos hombres fuertes de Niamey, han dado a conocer una historia diferente, presentando el estado real del país y lanzando una petición urgente de ayuda a la comunidad internacional.
Ciertamente se han hecho gestos para responder a este SOS, pero todavía queda mucho hasta cubrir el déficit alimentario de Níger, para enviar las 400.000 toneladas de alimentos que hay que movilizar, según los cálculos de los actores humanitarios, que se necesitarán 190 millones de dólares, de los cuales 155 serían para alimentos.
A esto hay que añadir la necesidad que tiene la población de ayuda para comprar forraje para el ganado. Como en 2005, la reacción de la comunidad internacional todavía no está a la altura de la situación.
En todo caso, en el estado actual de las cosas, la suma de todas las contribuciones no puede permitir a Níger salir de esta crisis alimentaria y así lo dirá el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, tras visitar el país en el pasado mes de abril y comprobar la situación.
La ONU acaba de aprobar un esfuerzo financiero, de 14 millones de dólares suplementarios, el pasado 26 de junio, queda mucho por hacer.
Es urgente que los actores internacionales trabajen duro para evitar la hecatombe en el país, vasto, pero en el que el 70 % de su extensión es inexplotable. Cuanto más se haga esperar la ayuda, menos posibilidades habrá de salvar a los niños de esta hambruna que los amenaza.
Hamidou Ouédraogo
(L’Observateur Paalga, Burkina Faso, 29-06-10)
