Somalia ha utilizado por primera vez pruebas de ADN en un proceso judicial y ha condenado a muerte a tres hombres por la violación en grupo y el asesinato de una niña de 12 años. El país desarrolló su primer laboratorio forense en 2017 en el estado semiautónomo de Puntland, con la idea de enfrentar la violencia sexual generalizada en un país que lleva dos décadas en conflicto.
Human Rights Watch ha descrito la violación como algo «normal» en Somalia, y la policía a menudo no suele investigar los casos. El gobierno del estado de Puntland promulgó una Ley de delitos sexuales en 2016, que penalizaba los delitos sexuales e imponía penas severas. El gobierno central en Mogadiscio todavía está trabajando en la adopción de las primeras leyes nacionales de violación, con una nueva Ley de delitos sexuales adoptada por los ministros en mayo de 2018. Todavía necesita la aprobación del Parlamento.
Los fiscales estatales informaron que se tomaron 37 muestras de ADN de los sospechosos y se almacenaron en el laboratorio. Las muestras se enviaron a la vecina Kenia para su procesamiento, lo que vinculó a tres de los sospechosos con el crimen. El juez del tribunal supremo, Abdinur Jama Hussein, condenó a los tres a la pena de muerte por secuestrar, violar y asesinar a Aisha Ilyas. En Somalia, la pena de muerte se lleva a cabo por fusilamiento.
Fuente: timeslive
[Edición y traducción, J. Martín]
[Fundación Sur]
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