Después de que Claudine Munari, líder del Movimiento por la Unidad, la Solidaridad y el Trabajo (MUST), llamase el pasado lunes, 11 de abril, a la paz y al diálogo a todos los congoleños y a la comunidad internacional, la única mujer que participó en las elecciones presidenciales de su país, el 20 de marzo, vio como su casa era rodeada por la policía y el ejército.
Desde las 15:00, hora local, la casa de Claudine Munari en Brazzaville ha sido rodeada por un cordón militar y policial; de esta manera se intentaría impedir de manera explícita que continuara con sus labores políticas. Previamente, Munari había realizado un llamamiento a la sociedad congolesa para participar en una marcha que deberá tener lugar el próximo viernes, día 15, en el Bulevar Alfred Raoul.
Munari advirtió en su llamamiento que: «Incluso sola, voy a estar allí para defender la libertad, la democracia, la República y la unidad nacional. Estaremos allí para decir que la violencia no es una solución”. A continuación, lanzó un grito contra la brutalidad militar que no puede ser el modelo de convivencia en el Congo. En su intento de impedir su libertad de movimiento, el poder viene a darle la razón.
Daouda Mbaye
Les Afriques
[Fundación Sur]