Los aliados clave, tanto de Jubilee como de NASA, deben de estar tratando de buscar sentido al famoso apretón de manos que claramente fue más allá del codo. El mensaje para ellos también es de dejar de lado sus ambiciones personales y pensar en el país. Lo que deberíamos ver a continuación (hay duda sobre si esto sucederá fácilmente) es a Kalonzo Musyoka con William Ruto estrechándose la mano y haciendo una declaración conjunta como lo han hecho sus jefes. Luego, lo siguiente debería ser una manifestación masiva en la que tanto seguidores de Jubilee como de NASA extenderían un apretón de manos y volverían a leer la declaración conjunta. Ésto conducirá verdaderamente a una sanación y reconciliación nacional.
Lo que ambos lados de la división política deberían evitar es tratar de reclamar el crédito por lo sucedido y volver a las políticas de «os habéis unido a nosotros o debéis uniros a nosotros». El Vicepresidente William Ruto ha hecho algunas declaraciones en este sentido: «Estamos esperando que los otros líderes de NASA se unan al gobierno”. Lo que parece ser el caso es que tanto Uhuru como Raila dejaron de lado las agendas de las partes respectivas y se reunieron para conversar sobre cómo salir del atolladero político en el que se encuentra Kenia. Mientras algunos intransigentes de NASA están culpando a Raila de rebajarse ante Uhuru, del mismo modo algunos partidarios de la línea dura de Jubilee acusan a Uhuru de rebajarse ante Raila. De hecho, aquellos que conocen los trucos políticos de Raila temen más por Jubilee, que tiene una estrategia bien conocida de ingresar en una formación política y destruirla desde dentro. Recordemos la era de Moy en1997. Nadie duda de que tanto Jubilee como NASA eran, las dos, formaciones políticas nacidas de conveniencia política, como todas las coaliciones anteriores, como la Coalición para Reforma y Democracia. Llegan y una vez que han logrado sus fines políticos, se retiran. Lo que permanece constante son solo los actores políticos y los intereses políticos.
Estas todas son solo hojas, queremos las raíces y frutos
Todavía estamos en la luna de miel del dorado apretón de manos de Raila y Uhuru, pero estamos esperando las raíces y los frutos. Más que la declaración pública que se emitió, las dos horas cubrieron toda una serie de cuestiones. Estamos esperando escuchar más. ¿Podría ser que Uhuru y Raila, de forma diplomática y mediante algún extraño mecanismo de ingeniería política, disolvieran sus respectivos partidos y formaran una coalición para la cohesión nacional sin decirlo realmente, o es incluso un «golpe negociado» (esto sería un gran esfuerzo) de algún tipo? ¿Por qué demonios dos líderes convocarían una reunión estratégica sin la participación de sus respectivos órganos de partido y estrategas principales? Debe haber habido algo que el dúo sintiera que solo ellos pueden lograr sin sus respectivos negociadores.
Las raíces y los frutos del famoso apretón de manos llegarán en cuestión de semanas o incluso meses. El elefante en la sala son las disputadas elecciones. ¿Será tener otra elección uno de los frutos esperados? De ser así, ¿cuándo pueden organizarse las próximas elecciones respetando el marco constitucional? Demasiado pronto no funcionará y demasiado tarde tampoco funcionará. Las arcas están vacías y por eso organizar nuevas elecciones dentro de poco tiempo no es prudente. Lo que el apretón de manos y la reunión secreta podrían realmente significar es alguna forma de arreglo transitorio cuyos detalles se desarrollarán en breve. Podría ser una versión modificada de Nusu Mkate (medio pan) pero con mecanismos mucho más robustos para garantizar la distribución equitativa del poder que calme los ánimos políticos, donde ambos lados ganan algo y pierden algo en igual medida. El ganador coge todo lo que ha llevado a Kenia al borde del desastre, así que mantente alejado de él.
Enfrentemos la situación, Kenia es aún rehén de las dos poderosas dinastías: Kenyattas y Odingas. El viento político sopla donde quiera que vaya el dúo. Solo ellos pueden realmente poner fin al estancamiento actual. Solo ellos pueden ordenar que callen las armas. Solo ellos pueden mantener a los manifestantes fuera de las calles. Algunas escuelas de pensamiento afirman que los seguidores respectivos han preparado un nicho para sí mismos, y que los principales líderes son también rehenes de sus seguidores. Esta línea de pensamiento tiene algo de verdad, pero eso es lo más lejos a lo que se puede llegar. Créanme, si Odinga dice a sus masivos seguidores que abandonen las calles y dejen caer ramas y piedras, instantáneamente lo harán. Y si Kenyatta ordena que sus tropas (tanto civiles como estatales) abandonen las calles, obedecerán. De modo que el destino político de Kenia no está determinado por las estrellas, sino por los dos hombres poderosos, Raila Odinga y Uhuru Kenyatta, y por extensión, su principal base de poder: la etnia. Es así de simple y básico. El resto son historias, como ellos dicen. Y si queréis un marco teórico y conceptual más sofisticado para entender el impasse político de Kenia, echad un vistazo al Mahmood Citicen and Subject: Contemporary Africa and the Legacy of late Colonialism. Los líderes políticos se comportan como si fueran jefes tradicionales africanos que ejercen un poder ilimitado, y tratan a sus ciudadanos como si fueran súbditos y no como ciudadanos que disfrutan de derechos y obligaciones políticos.
Mamdani, luego, concluye astutamente que el estado africano está bifurcado, tiene una apariencia de un estado moderno con todos los símbolos de burocracia, normas y constitución, pero en realidad se comporta como una jefatura. Así, la mayoría de líderes africanos poscoloniales dicen a los sujetos que salten, y los sujetos solo preguntan «¿Hasta qué altura?» Kenyatta y Odinga han pedido a los keniatas que salten, así que solo es cuestión de hasta qué altura. Si alguien de Jubilee o NASA pregunta por qué deberían saltar, su destino político está sellado. Puede ser que esto sea algo que debemos explorar y hacer uso de las altamente etnitizadas políticas africanas, usar la etnicidad para fines democráticos y para cohesión nacional.
Ahora puedes comer tu ugali reservado: buenas cosas por delante
Antes de las elecciones de 2017, informábamos que era prudente guardar algo de ugali* en reserva debido a la imprevisible temporada política que se avecina. Con el apretón de manos Uhu-Raila, es hora de festejar con el ugali reservado y celebrar la inminente nueva dispensación en Kenia. Pero este banquete debería hacerse con cierta circunspección y profunda reflexión. Pregunta: «¿Cómo ha terminado Kenia de esta manera?». El mundo de los negocios está ansioso por traer regalos a Kenia tan pronto como el apretón de manos se traduzca en programas concretos de sanación nacional y reconciliación. Los sospechosos habituales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, están dispuestos y listos desde ayer para extender el crédito a Kenia tan pronto como se restablezca la confianza de los inversores. El apretón de manos está conduciendo en la dirección correcta.
Odomaro Mubangizi
* Ugali es un plato que se extiende a lo largo de Este de África y es considerado un alimento básico de esta zona. Se elabora con harina de maíz y es una especie de gacha elaborada de ingredientes con gran contenido de almidón. (Fuente: Wikipedia)
Fuente: Pambazuka
[Fundación Sur]
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