“Seguridad” y los equívocos caros, por José Julio Martín-Sacristán

11/12/2012 | Bitácora africana

Una empresa importó a Nigeria botas de seguridad para trabajadores de la construcción, entre otras cosas, pero con la infeliz ocurrencia, por parte de quien rellenó los impresos de importación, de traducir al inglés botas de seguridad como “security boots”. Las autoridades aduaneras nigerianas aplicaron la Ley y lo catalogaron como producto de importación prohibido. Esta mala traducción le costó cara a la empresa tanto en tiempo (el necesario para rehacer los impresos) como en dinero (el del coste por día de almacenaje, especialmente caro en Nigeria).

El problema consiste en que la palabra española “seguridad” se puede traducir en inglés con dos términos diferentes que abarcan dos realidades muy distintas: “security” y “safety”. “Security” se refiere a las medidas de seguridad que tenemos que tomar ante posibles agresiones voluntarias cometidas por seres humanos. Mientras “safety” son las medidas de seguridad que se toman ante posibles accidentes o daños involuntarios como resultado de imprudencias, desconocimiento, temeridad, o la mera casualidad de estar en el sitio equivocado en el momento equivocado.

Así, en español hay una sola palabra, “seguridad”, pero en inglés dos: “security” y “safety”. “Security boots” hace referencia a las botas que usan los cuerpos de seguridad, como la Policía, y el Ejército, y en Nigeria está prohibida la importación de todo material relacionado con los cuerpos de seguridad. No obstante, se pueden importar sin problemas las “safety boots”, es decir, las botas de seguridad para proteger al pie del trabajador ante posibles accidentes laborales.

Puede que pensemos que el error es una tontería y solo es cuestión de corregir la mala traducción. Pero, aunque muchos no se lo crean, los nigerianos tienen una devoción exhaustiva en cuanto se refiere a rellenar impresos. No se puede tachar “security” y poner encima “safety”. Cuando un error se comete, hay que seguir los pasos oficiales para subsanarlo. No es un problema de burocracia, sino de exactitud documental. Lleva tiempo y dinero, así que es mejor ahorrarlo invirtiendo en prevenirlo con una buena formación e información previa. Y, como todos sabemos, la prevención es la clave de los dos tipos de seguridad.

Original en : África Factor Humano

Autor

Más artículos de webmaster