Las autoridades de Eritrea aseguran que el primer ministro de Etiopía, Meles Zenawi, intentó asesinar a su líder, Isaias Afeworki.
“Afeworki escapó por poco a la muerte, después de que el avión que le ofreció el presidente de Etiopía para volver a Asmara, ardiera en llamar.”
El hombre fuerte de Eritrea, Isaias Afeworki estuvo a punto de ser asesinado cuando volvía a la capital de su país, Asmara, después de unas vacaciones familiares en Kenia, según han desvelado unos telegramas de la diplomacia americana, publicados por Wikileaks.
El telegrama secreto acusa al líder de Etiopía, Meles Zenawi, que un día fuera aliado de Afeworki en la lucha de Addis Abeba, para derrocar al dictador Mengistu Haile Mariam, del intento fallido de asesinato.
Este telegrama, enviado por el embajador americano en Asmara, Ronald McMullen, asegura que Afeworki, de 62 años, es un “dictador austero y narcisista, que cree que Addis Abeba y Washington tienen planes de asesinarlo y apenas viaja con el típico desfile de vehículos.
“Es paranoico y cree que el primer ministro Meles intentó matarle y que Estados Unidos intentarán asesinarlo”, señala McMullen a sus superiores en Washington, el 5 de noviembre del año pasado.
El incidente al que se refiere el telegrama ocurrió en 1996, cuando el presidente Zenawi ofreció uno de sus helicópteros para llevar al presidente Afeworki a Asmara. El helicóptero se incedió poco después de despegar de Addis Abeba. Afortunadamente, el piloto pudo volver a la pista y aterrizar en la capital etíope, donde un lívido Afeworki, le dijo a la cara a Zenawi que había intentado matarlo.
“Isaias y Meles, hermanos de armas durante los años 90, ahora son enemigos acérrimos. ¿Por qué?”, cuenta el embajador en su comunicado, y explica que es por el incidente relatado ocurrido en 1996. Y afirma que “desde entonces Afeworki no ha confiado nunca en Meles” y añade que el líder eritreo, además, está convencido de que “los americanos planean matarle bombardeando su residencia” en la ciudad de Massawa.
Según informaciones de 2007 enviadas por la misión de la ONU en Etiopía y Eritrea, UNMEE, la paranoia de Afeworki queda demostrada con sus hábitos, “tiene aversión a hablar por teléfono y a menudo duerme en diferentes lugares para evitar un intento de asesinato o un golpe de estado (…) Cuando está en un restaurante, a menudo cambia los platos con uno de sus subordinados, parece que para evitar ser envenenado”.
Según McMullen, el presidente Afeworki no es más que otro déspota africano que detesta la democracia y está empeñado en gobernar el volátil pequeño país del cuerno de África durante toda su vida”.
“Isaias, de 62 años, dijo a un parlamentario alemán, a finales de 2008, que está muy sano y que espera vivir otros 40 o 50 años”, añade el diplomático en el telegrama.
PETER LEFTIE
(Ethiopian Review, 17-12-10)
