La convocatoria de la oposición congoleña a un día de huelga general para protestar contra la reelección del presidente Denis Sassou Nguesso, tuvo ayer 29 de marzo un seguimiento muy desigual según los medios de comunicación.
La capital de la República del Congo ofreció dos caras muy diferentes. La convocatoria lanzada por los 5 oponentes de Sassou fue seguida ampliamente en los distritos del sur pero ignorada en los distritos del norte, reflejando la división electoral de la ciudad.
En el gran mercado de bakongo, en un barrio al sur de la ciudad, las calles estaban desiertas a primera hora de la mañana, los puestos de madera que permiten a los vendedores exponer y vender sus mercancías permanecían vacíos. En los alrededores del mercado, unas pocas mujeres vendían sobre lonas en el suelo algunas frutas, hortalizas o jabón.
«Yo no hago política, no me interesa. [Los políticos] son todos lo mismo, si no venimos a trabajar, ¿cómo vivimos?» nos decía Maggie tras una docena de lotes de cebollas.
En los distritos del sur de Makélékélé y Kinsoundi, casi todas las tiendas estaban cerradas por la mañana. Policía y soldados fueron desplegados pero sólo para observar cómo la gente paseaba por las calles.
Por el contrario, en Poto-Poto, zona central de la capital, y en Ouenze (norte), la vida había vuelto a la normalidad a primera hora de la mañana. Las fuerzas policiales eran poco numerosas.
Después de un fin de semana largo de Pascua (el lunes 28 fue fiesta en el Congo), todas las tiendas estaban abiertas. La situación era ligeramente diferente en Talangai, otro distrito norte, donde algunas tiendas permanecieron cerradas.
Las autoridades anunciaron el jueves pasado que el Sr. Sassou Nguesso, que lleva más de 32 años a la cabeza del Congo, había sido reelegido en la primera vuelta con más del 60% de los votos durante las elecciones presidencial del 20 de marzo.
Calificando este resultado de alta traición, una coalición de cinco candidatos de la oposición convocó a los ciudadanos a desafiar este resultado por la vía legal y pacífica, mediante un día de huelga general el martes 29.
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